El maquinista del convoy siniestrado en Santiago hablaba por teléfono con personal de Renfe instantes antes del mortal siniestro de que segó la vida a 79 personas e hirió a más de un centenar de pasajeros. Es uno de los datos clave que se han extraído de la media hora de conversaciones y datos registrados en las cajas negras que se han analizado esta mañana en los juzgados de Santiago.
Las informaciones provisionales que se extraen de este primer análisis sostienen que el convoy circulaba a 192 km/h instantes antes de entrar en ahora fatídica curva de A Grandeira. En esos momentos previos al descarrilamiento, el maquinista estaba hablando con personal de Renfe, al parecer un controlador. Éste le indicaba a Francisco José Garzón el camino que debía tomar para dirigirse a Ferrol, el destino de la línea y al que nunca llegó. Según apuntan las primeras investigaciones, la grabación en la cabina registra ruido de papeles, por lo que se supone que el maquinista podría estar consultando algún plano o documento.
El freno se activó segundos antes del siniestro, lo que redujo la velocidad de 192km/h a 153km/h, registrándose ese dato en el momento en el que el tren sale de la vía.
Las conclusiones del análisis de las cajas negras son provisionales, y están a la espera de ser completadas con el informe de la policía judicial, cuerpo que acompañará a los técnicos de la Comisión de Investigación de Fomento a realizar mediciones en las ruedas de los vagones y que el juez ha autorizado.
