Cultivos saludables gracias a gusanos

Control
Permitirán el control de plagas en cultivos de frutas, hortalizas, caña de azúcar y cacao

Para garantizar el consumo de alimentos libre de tóxicos, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), en alianza con el Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (Censa) de Cuba, trabaja en la producción de insecticidas de origen biológico para el manejo de plagas agrícolas.

Se considera plaga la aparición súbita y abundante de organismos vivos de una misma especie que ocasionan graves daños de diversas formas. Cuando ataca a los cultivos, se altera la fisiología de las plantas y se generan cuantiosas pérdidas económicas.

Durante años, se han combatido con plaguicidas tradicionales cuya composición química pone en riesgo la salud de los productos alimenticios, los agricultores y el ambiente. La metodología propuesta por el Ivic consiste en utilizar a los enemigos naturales de las plagas para combatirlas.

Cultivos saludables gracias a gusanos

Insectos como los grillos, saltamontes, cigarras, escarabajos, mariposas y bachacos han sido responsables de grandes destrucciones de cultivos alrededor del mundo. La idea, entonces, es usar patógenos de estos insectos para erradicar la plaga.

En el caso del proyecto ejecutado por el Ivic, se emplearán nemátodos entomopatógenos, es decir, gusanos casi microscópicos que habitan el suelo pero cuyo ciclo de vida incluye una estadía obligatoria como huésped del insecto.

“Cuando los nemátodos entomopatógenos penetran el cuerpo del insecto hospedante, liberan una bacteria simbiótica que se aloja en su tracto digestivo y finalmente mata al insecto por septicemia (infección generalizada). Esta bacteria degrada y transforma el tejido del insecto en alimento para los nemátodos entomopatógenos” explicó Ernesto San Blas, investigador del Laboratorio de Protección Vegetal del Centro de Estudios Botánicos y Agroforestales del Ivic (ubicado en el estado Zulia) y líder de la iniciativa.

Mosca de la fruta

Los bioplaguicidas serán elaborados con nemátodos entomopatógenos de los géneros Heterorhabditis y Steinernema para el control de plagas en cultivos de frutas, hortalizas, caña de azúcar y cacao en el caso de Venezuela, y cultivos de hortalizas, cafeto, raíces tuberosas, ornamentales y césped con respecto a Cuba.

Hasta los momentos se han aislado 9 nemátodos entomopatógenos en el Zulia (7 Heterorhabditis y 2 Steinernema), además de otras cepas en los estados Barinas, Miranda y Sucre. Sin embargo, su comportamiento y capacidad para convertirse en biopesticida varía de acuerdo con el sitio de recolección de la muestra, el tipo de insecto-plaga, las condiciones agro-climáticas y el comportamiento mismo del nemátodo entomopatógeno.

“Lo primero que debe hacerse es aislar a los organismos de interés de los propios sitios de los cultivos, ya que si se tiene éxito en el aislamiento, los controladores biológicos estarán adaptados al entorno particular del campo, logrando mayor efectividad” sugirió el experto.

En la actualidad, el Ivic se ha enfocado en estudiar la posibilidad de controlar moscas de la fruta del género Anastrepha en cultivos de guayaba (Anastrepha striata) y níspero (Anastrepha serpentina), en los cuales se han conseguido resultados satisfactorios con 2 cepas del nemátodo entomopatógeno Heterorhabditis indica, aisladas en el municipio Mara y la parte sur del Lago de Maracaibo, con alrededor de 90% de dominio en experimentos de campo.

En Latinoamérica, países como Argentina, Brasil, Bolivia Colombia, Cuba, Venezuela y México desarrollan y utilizan bioplaguicidas para el manejo integral y agroecológico de plagas. En nuestro país, las primeras publicaciones sobre el tema aparecieron en la década del 90, mientras que en Cuba la trayectoria se remonta a los años 70.

De acuerdo con San Blas, la reproducción in vivo (usando insectos vivos) e in vitro (con técnicas experimentales sin emplear insectos vivos) se realizarán en Venezuela, mientras que en Cuba se llevará a cabo un curso de fermentación para iniciar los estudios in vitro.

“Esperamos actualizar algunos fermentadores en desuso en el Ivic y ponerlos totalmente operativos para iniciar la producción in vitro a pequeña escala y así experimentar con materias primas que puedan reducir los costos de producción. Además, queremos iniciar una fase de acercamiento con comunidades a las cuales podamos ofrecerles herramientas para la incorporación de nemátodos entomopatógenos en sus programas de manejo de insectos-plaga” informó.

Prensa IVIC

 

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