
Después de la rareza de haber sido expulsado por segunda vez en su carrera con la selección nacional el miércoles, Juan Arango necesitaba sacarse el momento amargo haciendo lo que le gusta, y al nivel al que además, acostumbra a hacerlo.
El maracayero disputó 78 minutos de lujo ayer en la victoria 3-0 del Borussia Mönchengladbach sobre Hannover, en su estreno en casa en la Bundesliga, que llegó ayer a su segunda jornada del campeonato.
Y fueron de lujo porque Arango se encargó de llevar la batuta de la orquesta que dirige Lucien Favre. Apareció en todos los sectores de la cancha; siempre mostrándose para tomar la pelota y habilitar a sus compañeros, dispuesto a sacrificarse en el momento de defender, y a imponer el criterio a la hora de atacar.
Incluso, el venezolano tuvo dos opciones de gol. Una muy clara al final de la primera mitad en un mano a mano con el guardameta rival, y otra en la segunda parte, cuando se creó el espacio y remató desde fuera del área, un misil que pasó muy cerca de la portería contraria.
A pesar de su buena exhibición, con el Gladbach ganando ya 3-0 Favre decidió darle descanso al venezolano, quien tuvo que hacer un largo viaje desde San Cristóbal hasta Mönchengladbach para reincorporarse al equipo; y lo sacó al minuto78. Recibió una gran ovación de los asistentes al Borussia Park ayer.
Arango había recibido justo antes de dejar la cancha un fuerte golpe en la boca que lo hizo sangrar, aunque no fue nada grave. Los tantos del cuadro verde y blanco los anotaron Max Kruse, Christpoh Kramer y Filip Daems.