El agudo olfato es el arma de Aris, un pastor alemán cuyo siete meses de adiestramiento lo han convertido en un eficaz agente contra delitos económicos, ya que es capaz de encontrar dinero en los lugares más recónditos.
Aris, que lleva dos años y medio trabajando con la Guardia Civil, revisa cualquier posible escondite. Busca el olor de la tinta y del papel. Al llegar al escondite marca el lugar por donde sale el olor.
La perra encontró 82.000 euros escondidos en el dormitorio de Juan Lanzas, implicado en el fraude de los ERE de Andalucía, mientras que la semana pasada localizó 300.000 euros en la casa de un sospechoso de fraude en el IVA.
Si el dinero está en un falso techo y no puede alcanzarlo, los agentes interpretan sus gestos. La Guardia Civil tiene cuatro perros rastreadores de dinero. El aumento de los delitos económicos ha hecho que se estén preparando varios más.