
Los kilómetros de la Panamericana guardan muchos secretos, algunos de ellos tan escabrosos que se han convertido en leyenda para quienes transitan regularmente por la arteria vial que comunica a los Altos Mirandinos con Caracas y la Autopista Regional del Centro (ARC).
Para el comisario José Ascanio, supervisor del área de investigaciones de la sub delegación Los Teques del Cicpc, uno de los casos más emblemáticos que ha tenido lugar en las inmediaciones de la vía expresa, tiene que ver con la desaparición de una persona, su asesinato y el posterior hallazgo.
«Para mí uno de los casos más impresionantes que se han registrados en esta carretera, tiene que ver con el asesinato de Engerberth Jose Torres Almenar, un joven taxista que perdió la vida de una manera dantesca a manos de personas inescrupulosas», comentó el jefe policial.
-El hallazgo del cadáver fue en una zona montañosa de la carretera Panamericana, específicamente a la altura del kilometro 35, en el sector Los Colorados, en un finca donde mantenían en cautiverio a Engerberth, algunas personas manejan el caso como un secuestro porque lo privaron de su libertad por varios días, pero al no solicitar rescate se trata como persona desaparecida.
No sólo el hecho de haber encontrado el cadáver en la Panamericana relaciona este caso con la referida arteria vial, al conocerse la información de la desaparición de la víctima, sus compañeros de labores se abocaron a realizar acciones de protesta en la carretera, como método para llamar la atención de las autoridades.
«Fueron varios de días de trancas en toda la ciudad, los taxistas altomirandinos se unieron al clamor de quienes conocían al fallecido y no dudaron en sumarse a la protesta (…) ya el Cicpc tenia las investigaciones adelantadas pero aún el cuerpo no se había encontrado, era esto lo que mantenía los ánimos caldeados entre los profesionales del volante», comentó Ascanio.
-Por estos días de protestas intensas en la Panamericana, el caso también se hace emblemático cuando se habla de las colas que caracterizan a la carretera, sin embargo, la actuación de los cuerpos de seguridad sirvieron para controlar la situación.
Detenidos
La muerte de Engerberth sirvió para poner tras las rejas a los compinches de «El Willoo», un delincuente con amplio prontuario policial que tras haber cometido cientos de fechorías en los Valles del Tuy, se mudó a Los Teques, donde en complicidad con su hermano organizó una banda delictiva especializada en secuestro, extorsión y homicidios.
Por la privación ilegítima de libertad y asesinato del joven se encuentran detenidas cuatro personas, dos hombres y dos mujeres identificados como Ankari Yoliner Acevedo Tovar, de 25 años de edad, y Argenis Acevedo Torres, así como Marco Antonio Marmolet de 60 años, dueño de la finca donde fue hallado el cuerpo del joven taxista y Emili Solaidy Romero Graterol, de 20 años, tenía en su poder la documentación del joven desparecido.
La leyenda
La muerte de Engerbeth fue una de las más sonadas, sin embargo los profesionales del volante le tienen mucho respeto a la Panamericana y es que la carretera se ha convertido en escenario para atracos, robos y secuestros exprés.
«Cuando llegan las 7 de la noche es mejor ir a toda velocidad si no hay cola, porque si vas despacio, los delincuentes te ven como presa fácil (…) tener un carro blanco con casco de taxi se ha convertido en un lujo ya que muchos antisociales no entienden que ésta es una herramienta de trabajo y que no somos personas con altos recursos», comentó Carlos Argelia, taxista en Caracas y los Altos Mirandinos.
-Uno se encomienda a los santos cuando entra en la Panamericana, no queremos ser interceptados por bandas de secuestradores, que nos quiten nuestros carros y luego nos maten, ya le pasó a un compañero joven y estudiado, así que cualquiera esta propenso a ser víctima de estas personas desalmadas.
Yhanny Casares – [email protected]/@YhannyCCM