Bolivia y Brasil dan por superado divergencia por senador fugado

El mandatario boliviano dijo que la cita fue convenida el viernes en la cumbre de Unasur
El mandatario boliviano dijo que la cita fue convenida el viernes en la cumbre de Unasur

 La agenda bilateral está dominada por el negocio del gas natural y la lucha antinarcóticos

LA PAZ. Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Brasil, Dilma Rousseff, se reunirán a mediados de septiembre en Brasilia para revisar la agenda bilateral, marcada por el negocio energético, informó este sábado el mandatario boliviano.
Rousseff «nos ha planteado hacer a mediados de septiembre, una reunión bilateral que se va a realizar en la ciudad de Brasilia (..) para tomar otros temas de inversión, de cooperación, de créditos», dijo Morales a periodistas luego de jugar fútbol, deporte que lo apasiona, en las afueras de La Paz.
El mandatario boliviano dijo que la cita fue convenida el viernes en la cumbre de Unasur, en Surinam, donde resolvieron una desaveniencia a raíz de la fuga del país con ayuda de un diplomático brasileño de un senador boliviano de oposición al que La Paz considera corrupto.
La agenda bilateral está dominada por el negocio del gas natural y la lucha antinarcóticos.
Sin embargo, en la reunión de septiembre se hará énfasis en el aspecto comercial, especialmente en los textiles, que Bolivia quiere colocar en el gigantesco mercado brasileño, destacó el gobernante.
Bolivia tiene en Brasil y Argentina sus principales destinos para el gas natural. Informes oficiales señalan que las ventas entre enero y julio a ambos países fueron por un valor de 3.537 millones de dólares, un 22,7% más que en similar período de 2012.
Una reunión de cancilleres de ambos países en marzo pasado en la ciudad boliviana de Santa Cruz había decidido intensificar la agenda de integración bilateral que incluye asuntos comerciales, industriales, migratorios y de lucha contra las drogas.
Brasil tiene una balanza comercial deficitaria con Bolivia, que le vende un promedio de 31 millones de metros cúbicos diarios (mmcd) de gas natural.
La frontera territorial común es de 3.133 km en casi toda la selva amazónica, zona con escaso control donde prolifera el contrabando, especialmente de madera, y el trasiego de cocaína.

Morales superó descontento
El presidente de Bolivia, Evo Morales, dio este sábado por «resuelto el problema» entre Bolivia y Brasil, a causa de la fuga a ese país del senador opositor Roger Pinto, y anunció que una misión de alto nivel irá próximamente a Brasilia a abordar el tema.
«Ayer (en la cumbre de Unasur en Surinam) nos hemos reunido con la compañera presidenta (brasileña, Dilma Rousseff) y (hemos) resuelto el problema», dijo Morales en la inauguración de un campo deportivo en un barrio de La Paz.
Con Brasil «nadie nos va a dividir, nadie nos va a confrontar, ni va a haber un patrón que venga de afuera de Bolivia o de Sudamérica para querer imponer criterios», apuntó.
Morales dijo más tarde a periodistas que una misión de ministros viajará a Brasil para informar de la situación jurídica de Pinto de forma «bien documentada, con información jurídica y técnica al Ministerio Público de Brasil, así como al Ministerio de Justicia para que ellos puedan tomar cartas sobre eso».
El gobernante señaló que antes de conceder asilo al senador «la presidenta Dilma no sabía que Pinto tenía cuatro arraigos, no sabía que tenía una sentencia ni estaba informada que tenía procesos por corrupción».
La misión boliviana estará integrada por los ministros de Gobierno (Interior), de Transparencia y Lucha contra la Corrupción y de Justicia, además de autoridades del Ministerio Publico
Según Morales un eventual pedido de extradición de Pinto «está en manos de la justicia boliviana».
Ante el nuevo giro, Fernando Tiburcio, abogado brasileño del senador Pinto, declaró en su país que «insistiremos en que (..) se quede en territorio brasileño, pero tenemos que negociar alternativas» en otros países de la región, que no mencionó.
Pinto se fugó hace ocho días a Brasil por tierra en un vehículo diplomático y protegido por funcionarios de la embajada brasileña en La Paz, donde estaba refugiado desde mayo de 2012.
Brasil le había otorgado asilo político pero el gobierno boliviano se negaba a darle un salvoconducto para abandonar el país por su situación judicial.
Antes de instalarse en la embajada de Brasil, Pinto había entregado al gobierno boliviano documentos sobre supuestos actos de corrupción y vinculaciones de autoridades con el narcotráfico.

Agencias

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