Construcción ilegal en Los Salias desata ira de sanantoñeros

Desde hace aproximadamente tres semanas los vecinos  de la urbanización Club de Campo han comenzado a expresar su rechazo con pancartas, volanteo y recolección de firmas   a la instalación de un colegio  que se pretende erguir en la vía de acceso hacia el sector San Vicente, parte baja, lo cual según indican los miembros de la comunidad traerá diversas problemáticas.

«Nosotros fuimos informados de que se iba a construir un colegio  en la urbanización, comenzamos a hacer las averiguaciones respectivas y nos encontramos con que la Unidad Educativa Hans Christian Andersen, ubicada en Las Polonias, no puede instalarse en la comunidad sin previa consulta y autorización por parte de los vecinos, lo cual ellos no hicieron. No estamos rechazandoque impartan educación, lo cual consideramos que es fundamental, consideramos que tienen que respetarse las ordenanzas y los canales regulares para  hacer todo de la manera correcta», manifestó Manuel Márquez,  coordinador general de la Asociación de Vecinos de Club de Campo.

La Cámara Municipal de Los Salias se pronunció frente a la problemática y rechazó la apertura del colegio, igualmente Planificación Urbana posee una resolución donde expresa que no se le otorgan los permisos al plantel para que se desarrolle en el lugar. El Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña y Adolescente (Cmdnna) realizó un oficio donde manifiesta que el lugar no cumple con las condiciones mínimas para  albergar a niños de edad preescolar.

«La comunidad San Vicente parte baja que es donde se pretende abrir a la fuerza el nuevo colegio, está justo al frente de Rosas Candia, comercio que se dedica al cultivo y comercialización de flores y otras especies usando fertilizantes y venenos que pueden ser nocivos para los niños; es una calle ciega,  los carros no tienen dónde dar la vuelta ni lugar para estacionarse. La vía es angosta y de broma pasan dos carros juntos,  como es una comunidad rural los niños  se van caminando hasta el colegio y corren el riesgo de ser arrollados», aseveraron algunos vecinos.

«Nos reunimos en Cámara la semana pasada las comunidades afectadas, la directiva del colegio y el dueño del terreno;  le informamos que no tenían la permisología ni el aval de la comunidad para ejecutar el proyecto, actualmente tienen las obras paralizadas. Planificación Urbana está haciendo una nueva inspección para corroborar que no hay trabajos adicionales luego de la paralización», dijo Márquez.

Por su parte, la urbanización Club de Campo cuenta con un la Unidad Educativa Nuestra Señora de Los Dolores, donde no solamente los niños que viven en la comunidad se educan allí, sino también otros provenientes de las comunidades aledañas. «Aquí tenemos un plantel público y además hicimos un proyecto para ampliarlo y así darle más cabida a otros alumnos a pesar de que la matrícula cubre la demanda. Por eso queremos que se trabaje en base a lo que ya tenemos y no que trasladen los problemas de una comunidad a otra», indicaron los residentes.

A pesar de que los habitantes de la comunidad aseguran que «siguen trabajando sigilosamente dentro de la estructura», la Dirección de Planificación urbana hizo la debida inspección sin encontrar alguna novedad.

«Estamos actuando con base en una inquietud de la Junta de Condominio de Club de Campo,  la cual se  atendió a la brevedad y se verificó que en la parte interior de la unidad educativa estaban dos personas haciendo trabajos de jardinería pero no se verificaron mayores trabajos dentro de las instalaciones ya que la misma tiene órdenes de paralización. Si no acatan la orden se le aplicarán multas a los dueños por reincidentes; de seguir la problemática se manda el caso directamente a Fiscalía», expresó Omero Álvarez,  inspector de obras de la Dirección de Planificación Urbana de Los Salias.

Igualmente, los vecinos seguirán con las acciones de calle de manera pacífica «para que se haga respetar lo que dicen las ordenanzas municipales.No podemos permitir esto sin defender nuestros derechos, no estamos contra los dueños del plantel, simplemente queremos que todo sea legal y sabemos que esto puede acarrear al desmejoramiento de las condiciones físicas y ambientales que los lugareños   mantenemos».

Ronald Gil rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21

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