La escasez no sólo mantiene azotados a los sectores carnicero, farmacéutico, alimenticio, automotriz y cosmético; ha llegado a las religiones que profesan los venezolanos.
Desde hace más de tres meses, cuando comenzó a escasear el vino utilizado por los católicos para ser consagrado, los productos, amuletos, hierbas y esencias utilizadas por los santeros también han ido desapareciendo «poco a poco» de los anaqueles de los comercios que se dedican a la venta de estos artículos utilizados para diferentes rituales espirituales.
«Lo que más escasea son las ramas que utilizan las personas para distintas finalidades. Entre ellas está la ruda que desapareció hace poco y el cariaquito morado. Realmente desconocemos la causa de la escasez pero de seguro debe ser por las lluvias que se han precipitado estos días», aseguró María Carrasquero, quien trabaja como vendedora en una de las perfumerías del centro de la ciudad capital mirandina.
El cariaquito morado es una hierba utilizada por muchos contra la pava, además tiene ciertas virtudes para mejorar la salud de las personas. Generalmente se encuentra en las sabanas venezolanas, entre 200 y 1500 metros sobre el nivel del mar.
Por su parte, las personas que profesan la religión Yoruba manifiestan que los precios de los objetos que deben adquirir para realizar los diversos rituales «han ido aumentando considerablemente», por lo que «hacerse santo» oscila entre 4.500 y 8.000 bolívares dependiendo de la deidad con la que se trabajará.
En las perfumerías y comercios que ofrecen este tipo de mercancía se ha hecho presente la estatuilla del fallecido presidente Hugo Chávez cuyo precio está entre 1.500 y 2.000 bolívares dependiendo el tamaño y los materiales con que fue hecha la imagen.
«He escuchado ya varias veces que al parecer incluirán a Chávez en una de las cortes que utilizan los espiritistas para realizar trabajos con él, por lo que ya están vendiendo su efigie en diferentes locales de la ciudad», expresó Génesis Villanueva.
Ronald Gil – [email protected] / @thedaniels21