Brasil condena espionaje ante la ONU

Rousseff propone una regulación de Internet para evitar una práctica que considera una “violación de la soberanía y de los derechos humanos”

NUEVA YORK. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha denunciado este martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas las prácticas de espionaje internacional que han sido reveladas en los últimos meses y ha propuesto una regulación que asegure un mayor control del uso de Internet para evitar este tipo de actividades de vigilancia que ha calificado como un atentado a la “soberanía de los Estados” y a la “libertad de expresión” y como una «violación de los derechos humanos”.
Aunque la líder brasileña no se ha referido de manera expresa a EE UU en ningún momento de su discurso, sí se ha mostrado tajante a la hora de denunciar el espionaje internacional. “Se trata de una ofensa a la legislación internacional y a los principios que deben regir entre los Estados”, ha señalado Rousseff. “Este es un grave caso de violación de los derechos civiles y una falta de respeto a la soberanía nacional de mi país”, ha añadido.
La presidenta de Brasil ha propuesto ante la Asamblea General una regulación del uso de Internet que garantice la transparencia y que defina el uso de red y las normas y mecanismos que impidan que pueda emplearse para desarrollar prácticas de vigilancia y espionaje. “Estas actividades son un atentado contra la libertad de expresión, y sin libertad de expresión no hay democracia y no hay base para una relación adecuada entre las naciones”, ha advertido Rousseff. «Debemos asegurar una regulación responsable que proteja los datos de la web y que garantice la libertad de expresión y la transparencia», ha señalado.
Rousseff ha aprovechado su discurso para defender las medidas de su Gobierno para erradicar la pobreza en su país, uno de los objetivos del milenio que se fijaron para 2015 por la ONU, ha condenado el uso de armas químicas en Siria y se ha opuesto a una resolución unilateral al respecto.

Agencias

Salir de la versión móvil