*»La idea es generar mecanismos que desarticulen estas formas de exclusión tan severas», indicó Diego Sempol, especialista en el área de diversidad de géneros
Tras la aprobación del matrimonio entre homosexuales, el gobierno de Uruguay apunta a mejorar la situación en la que vive la población «trans», considerada la más excluida del sistema educativo y el mercado laboral.
Las organizaciones sociales estiman que en Uruguay, país con 3,3 millones de habitantes, entre 1.500 y 2.000 personas son trans, lo que incluye a personas transgénero, travestis y transexuales.
Bajos niveles de escolaridad, dificultad para acceder al mercado laboral, que hace que gran parte se vuelquen al trabajo sexual, caracterizan a esta población que tiene una expectativa de vida muy inferior a la de la población en general, según el informe «La identidad de género en las políticas sociales», presentado con ocasión del lanzamiento de la Semana de la Diversidad, que se celebra esta semana.
Dentro de la población LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans), la población trans «es el grupo que tiene más vulnerabilidades conjuntas», explicó Diego Sempol, investigador del Instituto de Ciencia Política especializado en el Área de Género y Diversidad e integrante del colectivo Ovejas Negras.
«La idea es generar mecanismos que desarticulen estas formas de exclusión tan severas», indicó.
Beneficios especiales
«No basta con el avance que supone el matrimonio igualitario, hay que perfeccionar la normativa y los instrumentos para combatir la discriminación, el acoso escolar a las personas LGBT y que en las personas trans supone la exclusión de esos centros y por tanto determina una vida de exclusión social», coincidió Andrés Scagliola, director de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
En el último año, el Mides capacitó a unos 800 funcionarios públicos en una «visión de no discriminación» y entregó a personas trans 576 tarjetas Uruguay Social, que permiten a los beneficiarios acceder en forma gratuita a artículos de primera necesidad por unos 33 dólares mensuales.
Además, el Ministerio de Trabajo resolvió otorgar la máxima exoneración tributaria a las empresas que contraten personas trans y el programa Primera experiencia laboral en el Estado incluirá una cuota de 2% para población trans.
De todas formas «falta muchísimo en el día a día», advirtió Scagliola, adelantando que un próximo paso es «desterrar el heterosexismo de los programas sociales», lo que implica dejar de creer que «hay una única forma de persona o familia».
Agencias