Cargos contra Greenpeace conllevan una pena de hasta 15 años en prisión
Las autoridades rusas acusaron el miércoles a activistas de Greenpeace de piratería por una protesta contra una plataforma de crudo en el Artico que es propiedad de la compañía estatal de energía Gazprom, dijo el grupo ambientalista.
Los cargos, que Greenpeace dice son absurdos, conllevan una pena de hasta 15 años en prisión.
El Comité de Investigación dijo que las autoridades comenzaros a presentar cargos contra 30 personas arrestadas luego de la protesta del mes pasado, en la que el rompehielos de Grenpeace se acercó a la plataforma Prirazlomnaya y dos activistas intentaron escalarla.
La plataforma es una parte clave de los esfuerzos rusos de extraer recursos del Artico.
Para el mediodía del miércoles, cinco personas habían sido acusadas, dijo Greenpeace. Los activistas son Ana Paula Alminhana -brasileña miembro de la tripulación-, el ruso Roman Dolgov, la finlandesa Sini Saarela, el británico Kieron Bryan, y Dima Litvinov, un activista con ciudadanía sueca y estadounidense.
«Es un cargo extremo y desproporcionado», dijo el director ejecutivo de Greenpeace International, Kumi Naidoo.
«Un cargo de piratería se presenta contra hombres y mujeres cuyo único crimen es tener una conciencia. Esto es un atropello y representa nada menos que un ataque contra todos los principios de la protesta pacífica», agregó.
Una corte de la norteña ciudad de Murmanks ordenó la semana pasada que las 30 personas de 18 países que estaban en el rompehielos Arctic Sunrise fueran retenidas bajo custodia por dos meses para realizar más investigaciones.
El Comité de Investigación dijo que las autoridades comenzaron a presentar los cargos el miércoles pero no dieron otros detalles.
El grupo ambientalista dice que la protesta era pacífica y no significaba una amenaza.
El presidente Vladimir Putin dijo la semana pasada que los manifestantes claramente no eran piratas pero que habían violado la ley internacional.
El Comité dijo el lunes que los fines pacíficos no justifican lo que calificó de un «ataque» que significó una amenaza a la plataforma y a su personal.
Prirazlomnaya, la primera plataforma de perforación en el Artico, tiene previsto comenzar a operar a fines de año y se espera que alcance un máximo de producción de 6 millones de toneladas por año (120.000 barriles por día) en el 2019.
Rusia, cuya economía depende de los ingresos de exportaciones energéticas, espera que el crudo y el gas del Artico le ayuden a alimentar un futuro crecimiento.
Greenpeace dice que la evidencia científica muestra que un derrame de crudo desde la plataforma, ubicada en el mar de Pechora, afectaría a más de 4.800 kilómetros de la costa norte de Rusia.
Naidoo calificó el trato de Rusia hacia los activistas como «la amenaza más grave al activismo pacífico de Greenpeace» desde que su barco Rainbow Warrior fue bombardeado y hundido mientras estaba en un puerto de Nueva Zelanda en 1985, cuando el grupo protestaba contra las pruebas nucleares francesas en el Pacífico.
Agencias