
La calle Chapellín del sector El Vigía de la ciudad capital mirandina se encuentra “cundida” de huecos de diferentes proporciones que los conductores deben esquivar con sumo cuidado para no ocasionar un accidente automovilístico.
“Tenemos añales esperando que el alcalde Alirio Mendoza se digne de venir a asfaltarnos la carretera que está completamente destruida. Vino al sector sólo en la campaña electoral, desde ese entonces no ha pisado más esta zona”, manifestó Fernando Ramírez.
No sólo las troneras se han adueñado por completo de la calle, sino también la abundante maleza que se encuentra a cada lado de la vialidad y que obstaculiza la vista de los que conducen diariamente por esta vía.
“El monte no lo cortan desde el año pasado y eso ha traído numerosos problemas, han aparecido insectos y culebras que pueden ocasionar picaduras a los niños y jóvenes que caminan por el borde de la calle al momento de ir a sus actividades escolares”, informó Alicia Pachón.
Por su parte, debido a las diversas y abundantes lluvias que se han precipitado sobre la ciudad capital los huecos se han hecho más numerosos y profundos, por lo cual cada vez más la situación se agravia según aseveran los habitantes.
Otra de las problemáticas que enfrentan los vecinos de la calle Chapellín de El Vigía es la falta de unidades de transporte que cubran la ruta, ya que sólo cuentan con unos pocos jeeps que los acercan hasta el lugar, por lo que varias personas prefieren irse caminando hasta la calle principal y así montarse en una de las camionetas que los transporten hasta el centro.
“Sólo hay jeeps, pero estos tardan mucho, hasta casi una hora debe uno esperarlos. Para este sector no hay camionetas, ellas te dejan en la entrada y de allí hay que caminar un gran trecho”, expresó Luis Montilla.
La presencia policial hace que el sector sea peligroso en horas de la noche, según indican algunos habitantes. “La policía se ve muy poco por aquí, por lo que los antisociales aprovechan para hacer de las suyas sobre todo en horas de la noche cuando las personas vienen llegando de sus trabajos”, dijo otro vecino.
Los jóvenes carecen de áreas deportivas y sólo cuentan con una cancha improvisada en plena carretera con un aro de baloncesto que se encuentra deteriorado y rodeado de maleza.