
“Problemas como arroz” es lo que enfrentan diariamente los habitantes del callejón Calderón, que se ubica en el sector El Vigía de la ciudad capital mirandina, donde llevan más de tres años esperando una respuesta por parte de las autoridades competentes sin tener resolución alguna hasta el presente, pese a que todas estas dificultades han sido reseñadas por diferentes diarios y medios de comunicación locales decenas de veces.
Como casi todos los sectores del municipio Guicaipuro, los vecinos de esta calle no se libran de los estragos que causa la falta de recolección de basura. Gusanos de diferentes tamaños, ratas, moscas y malos olores tienen azotadas a las casas cercanas al botadero de basura que casi siempre se muestra “hasta el tope” de desperdicios, según manifiestan algunos habitantes.
“A veces tardan hasta 15 días sin recolectar la basura, tenemos gusanos grandes y pequeños que se meten a las casas al igual que las moscas, también hay una invasión de ratas que viven al lado del basurero. Las bolsas duran allí hasta meses”, son algunas declaraciones que dieron los lugareños.
Vialidad destruida
Tres años lleva cerrado el callejón que une la calle principal de El Vigía con La Macarena Norte, ya que los vecinos aún “ruegan” porque la Alcaldía de Guaicaipuro comience a recuperar la vialidad que sigue causando “grandes dolores de cabeza” a la comunidad.
Una gran tronera se abrió paso entre la carpeta asfáltica para venirse socavando cada vez más con el paso de los años y que los mismos residentes han tenido que ir arreglando cada vez que se vuelve a abrir.
La Alcaldía de Guaicaipuro, Consorcio Metro Los Teques y Gobernación de Miranda están al tanto de la situación y a pesar que varios trabajadores del ayuntamiento y del Gobierno regional se han apersonado en el lugar no han realizado los trabajos necesarios para la reparación de la vía.
Los habitantes aseguran que no se trata de ningún cierre sino más bien de una “restricción del tráfico” para prevenir que la carretera termine por desplomarse y llevarse con ella las viviendas cercanas al hueco.
“Tuvimos que restringir el paso porque las viviendas se han visto afectadas, ya que al parecer el terreno no era acto para construir, las paredes y los pisos de algunas casas se han agrietado. Nosotros mismos somos los que hemos tapado el hueco desde hace tres años, mide como dos metros y está por debajo del pavimento”, dijo una de las afectadas.
Hasta los momentos aún se observan los carteles de “calle cerrada” al comienzo de este camino verde con que cuenta la ciudad de Los Teques.
No sólo este hueco hace vida en el sector, sino también los cientos de ellos que hay a lo largo de la carretera que, según informan los vecinos, no ha sido asfaltada desde los años 80 cuando colocaron las tuberías de aguas negras al comienzo de la fundación de la comunidad.
“Esto parece la superficie de la luna, pero la Alcaldía sigue haciéndose la de la vista gorda. Van a venir a arreglar la comunidad cuando esta se derrumbe por completo”.
Por su parte, una de las vecinas aseveró que el cierre tiene que ver con intereses personales de uno de los habitantes. “Esto es por un enfermo que hay aquí, porque allí no hay ningún hueco. Ellos dañaron la calle con las tres casas que construyeron aquí. Sus hijos lanzaban tumbaranchos que colocaban en la pared de mi casa que de broma no me tumbaron la pared”, expresó una de las afectadas.
Sin embargo, los habitantes del callejón Calderón aseguran que todos se pusieron de acuerdo en cerrar la calle para evitar mayores daños.
Pared caída
No sólo la pésima vialidad mantiene en vilo a los moradores del Callejón Calderón, sino también el muro que se cayó desde hace ocho años, el cual sostenía un relleno hace 25 años.
“Desde que una lluvia hizo que la tierra se viniera y casi hiciera que cediera la pared poniendo en peligro a todos los vecinos y transeúntes, nosotros mismos decidimos terminar de tumbarla antes que ocurriera una desgracia”, manifestó una de las habitantes.
Los vecinos decidieron sembrar árboles en el terreno que se originó luego del colapso de la pared de más de tres metros de altura para así evitar futuras invasiones, pero igualmente siguen a la espera de la ayuda por parte del Alcalde.
Inseguridad a mil
La falta de patrullaje policial hace que el Callejón Calderón y la calle El Paraíso sea una zona roja, ya que diariamente los transeúntes son víctimas de los antisociales que hacen de las suyas en el sector.
“Aquí hasta han intentado violar a las mujeres, la policía simplemente se olvidó de nosotros. Eso es casi diariamente que uno escucha que atracaron a alguien que se dirigía o venía de la Panamericana”.
Grupos de motorizados se apuestan en la entrada del callejón para así poder seleccionar a sus víctimas y despojarlas sin muchos miramientos de sus pertenencias.
Ronald Gil [email protected] / @thedaniels21