Alerta máxima ante empeoramiento de incendio en el este de Australia

Los daños provisionales de los incendios superan los 96 millones de dólares (70 millones de euros)

CANBERRA. La entrada de fuertes vientos amenaza con avivar los cerca de 60 fuegos que arden en el estado de Nueva Gales del Sur, en el este de Australia, donde los bomberos utilizaron hoy la táctica de fusionar dos incendios y donde mañana 1.400 de ellos se sumarán al millar de personas que combaten las llamas.
Los pronósticos para mañana, séptimo día de la peor oleada de incendios en décadas en el este del país, apuntan a que será un «día difícil» debido a fuertes vientos de hasta 100 kilómetros por hora, a un aumento de las temperaturas por encima de los 30 grados y a un descenso del 10 por ciento de la humedad.
Las autoridades de Nueva Gales del Sur se preparan para hacer frente a un fuego que mañana podrían alcanzar un perímetro de 1.500 kilómetros en la zona Blue Mountains, una de las más afectadas.
Para ello, realizarán mañana en esta región turística el mayor despliegue de su historia, movilizarán a 1.400 bomberos para reforzar el millar de personas que en los últimos días han combatido las llamas.
Estas operaciones agresivas de quemas controladas se vieron beneficiadas por las tenues lluvias que cayeron por la mañana, aunque estás no lograsen ralentizar el avance de los principales incendios
El Servicio Rural de Bomberos urgió a todos los vecinos sin razones importantes para quedarse que abandonen la zona de Blue Mountains antes de mañana al mediodía.
Las autoridades también han ordenado el cierre de las escuelas y guarderías infantiles en esta región y han ordenado la evacuación de algunos ancianos de los asilos de la zona.
El ministro estatal de Servicios de Emergencia, Michael Gallacher, llamó a las familias a velar por los niños.
La crisis de incendios, la peor en 45 años, comenzó el jueves de la semana pasada cuando los fuegos forestales calcinaron más de 200 viviendas, la mayoría de ellas en Springwood, y un hombre de 63 años murió de un infarto tratando de proteger su casa cerca de Lake Munmorah, a 124 kilómetros al norte de Sídney.
Las autoridades han detenido a cinco menores, entre ellos un niño de 11 años, por supuestamente iniciar algunas de las llamas que provocaron las catástrofe de la semana pasada.

Agencias

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