Una vez más la harina de maíz precocida tradicional a precio regulado llega a un comercio asiatico que hace vida en la ciudad capital mirandina.
La llegada del producto generó largas colas de personas que se acercaron a buscar este artículo de primera necesidad que aparece y desaparece de los anaqueles de abastos, mercados y supermercados de la localidad mirandina.
Los empaques de harina que llegaron a este supermercado «volaron» rapidamente, pues muchos tequeños aun comprar desesperadamente este producto.
El artículo estuvo limitado a cuatro empaques por persona, para poder satisfacer las necesidades de los consumidores, lo que generó un estrés colectivo por parte de los compradores, quienes aun muestran sus quejas al cancelar su compra.
Aun see mantienen las fallas en el abastecimiento de otros productos como el aceite de maíz o vegetal, el azúcar, la leche y la margarina. Consumidores indican que hacer colas se ha convertido en una rutina.
Kelly Rodríguez – @KellyZued
