
“Olvidados por las autoridades“ se sienten todos los habitantes de El Tigrito, en el municipio Guaicapiuro, donde durante años han aprendido a arreglárselas por su cuenta en todo lo referente a vialidad, servicios y hasta emergencias médicas.
Al llegar al sector Las Flores de dicha comunidad, lo primero que resalta es el pésimo estado de las calles que solo cuentan con pavimento hasta esta área, gracias al trabajo realizado por los vecinos en años anteriores, el cual se ha ido debilitando con el paso del tiempo y la inclemencia de las lluvias.
Continuar el camino para llegar hasta Cañaveral y Sabaneta es complicado porque todo es de tierra, situación que se agrava apenas caen algunas gotas de lluvia formándose un pantano intransitable para los peatones o vehículos pequeños.
Eternamente sin teléfono
Rosángel Rizzo, habitante del sector, aseguró que la situación de los servicios en la zona tampoco es la más idónea. “Nunca hemos podido contar con líneas Cantv, desde hace más de 40 años nuestros padres han hecho la solicitud y nada“, expresó.
La electricidad en las casas no sufre ningún problema, sin embargo, en las calles es otra historia porque el alumbrado público que es prácticamente nuevo en la comunidad solo llega hasta la entrada, mientras que quienes residen en Cañaveral y Sabaneta tienen que vivir a oscuras.
“Las regletas se desprendieron y nadie las arregló“, agregó Rizzo. Por otra parte, para recibir beneficios como atención médica o comprar productos de Mercal deben ir hasta la alcabala porque hasta adentro “no se mete nadie“.
Recientemente disfrutaron de un operativo donde pudieron adquirir carne a bajo precio, sin embargo no es un beneficio frecuente, al igual que la presencia policial en la zona. “Solo los vemos cuando hacen algún operativo especial o si los llamamos, no hay patrullaje policial constante“, aseguró.
Ahogados en basura
El aseo se ha convertido en otra calamidad para quienes hacen vida en este sector de Guaicaipuro, especialmente en la época de lluvia. “El problema consiste en que mandan el camión grande y no el pequeño, y ese no puede subir hasta aquí cuando está lloviendo, por las condiciones en la vía“, acotó Rizzo.
Por eso, las bolsas de desechos pueden llegar a acumularse durante días cuando el clima no permite la llegada del servicio de aseo, lo que origina suciedad y malos olores dentro y fuera de las viviendas.
Asímismo, también provocado por las condiciones de la vialidad, el transporte público puede tener a los vecinos esperando por más de 45 minutos para salir de El Tigrito, y la espera suele estar acompañada por los olores que provocan los desechos.
Divididos y vencidos
Para Rizzo, la existencia de dos consejos comunales no ha hecho más que perjudicar a todos los habitantes porque “es necesaria la unión para lograr solucionar los problemas de la comunidad“.
Ante esta división los vecinos se ven afectados porque no existe un solo ente que pida ayuda a las autoridades, lo que incrementa el inclemente abandono en el que se sienten.
Los vecinos aseguraron que solo el candidato de la Unidad, Rómulo Herrera, ha visitado la zona, “ni señas de Garcés“ ;afirman que nunca han recibido apoyo de ninguno de los dos bandos.gf
Carlos Peña – [email protected] / @Litozz