Harina, aceite, mantequilla y azúcar fueron los productos que irrumpieron en los anaqueles del supermercado del CC La Hoyada, donde se congregaron cientos de personas desde las 8:00m de este miércoles hasta la tarde. Sigue desaparecida la leche.
Una gran cola de compradores se formó desde tempranas horas de la mañana a las afueras del Central Madeirense ubicado en el Centro Comercial La Hoyada de la ciudad capital mirandina, ya que algunos productos de la cesta básica llegaron a los anaqueles del expendio de alimentos.
Harina y aceite de maíz, mantequilla y azúcar fueron los causantes de la gran fila que llegaba hasta la calle Piar de Los Teques y que causó gran revuelo entre los transeúntes que pasaban por el lugar y que sin dudarlo ni un segundo se disponían a hacer la cola para adquirir los rubros que siguen escaseando en los estantes.
“Estoy en la cola desde las 8:00 a.m. y aún me quedan muchas personas por delante, esto es un despelote. La gente está impactada con las rebajas de los electrodomésticos y demás artículos que no son de primera necesidad; tanto que como que han dejado de lado la escasez alimenticia que seguimos viviendo a nivel nacional”, manifestó Rosana Escalante.
Las discusiones durante las horas de espera no pudieron faltar en las inmediaciones del supermercado, ya que varias personas trataban de “colearse” para ingresar más rápido al local y así ahorrarse un largo tiempo de espera.
“Todo esto de las fiscalizaciones e intervenciones a tiendas es una cortina de humo del Gobierno para que nos olvidáramos de la escasez de alimentos, la gente anda aún haciendo cola para comprar cosas innecesarias”, expresó Mariela Hernández.
Entre los rubros que siguen siendo un dolor de cabeza para la mayoría de los venezolanos resaltan la leche en polvo, la harina de maíz y el aceite.
“Hace meses que no veo en ninguna parte la leche en polvo. Cuando vi la cola pensé que era este producto que había llegado. Ni siquiera en las bodegas hay el artículo”, dijo Roberth Campos.
Algunos comerciantes que trabajan con comida se han visto gravemente afectados por la escasez de productos alimenticios, sobre todo los que viven de las ventas de hallacas y bollos navideños y que tienen que arreglárselas para adquirir suficientes cantidades de los artículos.
“Yo vivo de la venta de hallacas y bollos y realmente se me hace difícil comprar la materia prima porque siempre limitan la venta de harina a cuatro paquetes por persona. Ni siquiera en los supermercados mayoristas se puede comprar ahora el bulto. Lo que hago es ir con varios miembros de mi familia y que cada quien pague aparte porque sino nos morimos de hambre”, declaró Amarilis Serpa.
Ronald Gil
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