La intérprete británica está convencida de que la industria presiona a las aspirantes a triunfar en el cine para que estén tan delgadas como las modelos de pasarela.
La gran reputación interpretativa de la que disfruta Emma Thompson le ha llevado a lanzar una crítica abierta a la industria de Hollywood y al paradigma de belleza que, en su opinión, obliga a las nuevas estrellas emergentes a lucir una figura «extremadamente delgada» para triunfar en el negocio del cine. No obstante, la actriz británica atribuye también la responsabilidad a los editores fotográficos que corrigen «todo tipo de imperfecciones» y que incluso moldean la figura de las actrices con demasiados retoques que acaban «dañando» la autoestima de las jóvenes profesionales.
«Parece que las nuevas actrices están sometidas a una gran presión para estar siempre guapas y radiantes ante la cámara, lo que provoca que algunas de ellas se hayan esforzado últimamente por estar extremadamente delgadas. No las culpo por querer adaptarse al entorno, como todas hemos hecho, por lo que creo que el problema es de Hollywood.
También tiene mucho que ver en esta situación los cánones de belleza de la publicidad, ya que las actrices aparecen en los carteles promocionales excesivamente retocadas y con unos cuerpos que no se corresponden con la realidad. Eso acaba dañando su confianza en sí mismas y las desorienta: ya no se sabe si son modelos o intérpretes», reflexionó la artista inglesa en una entrevista con el diario The Daily Telegraph.
Agencias