
Los habitantes de la comunidad Vuelta Sur parte baja, perteneciente al sector la Macarena Sur, viven en constante vilo debido al grave problema que presentan con las cloacas que provienen de las casas de la parte de arriba, las cuales bajan libremente por la montaña y van a parar a la única vía con que cuenta dicha localidad.
Hilos de agua y pequeñas cascadas se ven caer por toda la montaña donde se ubica esta zona tequeña, las cuales además de originar malos olores y un ambiente totalmente insalubre para los residentes, ha ido socavando el terreno poniendo en peligro cientos de vidas.
“Este problema lleva años causándonos malos ratos, las cloacas bajan por toda la montaña y han causado deslizamientos de tierra que se limpian y a la mañana siguiente están de nuevo porque ya el terreno está débil. El alcalde jamás ha venido, el que se ha querido meter a la comunidad ha sido el gobernador Capriles pero los mismos vecinos no dejan que pase. Ni lavan ni prestan la batea”, informó una de las habitantes.
Las torrenteras que años atrás transportaban el agua hasta los desagües se encuentran en muy mal estado, rotas y bajo la maleza que abunda en el lugar ya que no puede ser cortada por la inestabilidad del terreno y el difícil acceso.
En el mismo estado de deterioro están las cunetas por donde debería circular el agua de lluvia, pero los abundantes deslizamientos de tierra las han obstruido por completo haciendo que se rebosen y no cumplan su función.
Vía destruida
El abundante y diario correr del agua por la carpeta asfáltica ha hecho que grandes troneras de diferentes tamaños colmen por completo la carretera, por la cual ya no pueden pasar los camiones de los servicios públicos porque sino terminaría de colapsar.
Derrumbes y fallas de borde cunden el camino, por ende la carretera en general está literalmente guindando y a orillas del precipicio. En uno de los tramos donde se ubica una de las alcantarillas el terreno cedió dejando en el aire parte de su enrejado.
“Este es el único acceso que tiene la comunidad, si se llega a terminar de caer quedaremos incomunicados por completo. Sólo podríamos salir a pie por una de las escaleras que conectan con la vialidad principal de la Macarena Sur, por donde pasan las camionetas del transporte”, aseguró Victoria Pérez.
Postes guindando
Los postes de alumbrado eléctrico también se han visto fuertemente afectados no sólo por la maleza que los cobija sino por el agua que ha ido carcomiendo la superficie donde se encuentran, haciendo que estén a punto de caerse.
Uno de los postes está de “mírame pero no me toques” desde hace meses atrás, según manifiestan algunos lugareños. Sin embargo, los trabajadores de Corpoelec no han hecho los trabajos pertinentes para repararlo y evitar posibles accidentes.
Por otra parte, muchos de los bombillos están quemados, por lo que ciertos sectores de la localidad permanecen en penumbras durante la noche.
Monte como arroz
Algunos vecinos dan fe de que ninguna de las cuadrillas pertenecientes a la alcaldía y demás entes oficialistas se ha acercado hasta el lugar para desmalezar la montaña.
Debido a la falta de mantenimiento y abundante agua, el follaje cubre gran parte de la vialidad, sin embargo varios habitantes se encargan de desmalezar a pesar de que no cuentan con las herramientas necesarias para el trabajo.
Sin gas
Al igual que la mayoría de las comunidades populares, los pobladores de Vuelta Sur no cuentan con tuberías de gas directo, por lo que deben adquirir bombonas para disfrutar del rubro, pero por el mal estado de la vialidad los camiones de Pdvsa Gas no llegan hasta el lugar.
“El camión no entra para acá, si lo hiciera ya la carretera se hubiera caído. Compramos los cilindros vacíos en las bodegas cercanas o en Los Cerritos”, dijo Pérez.
¿Y el camión?
Desde hace aproximadamente más de tres meses los vecinos de Vuelta Sur no ven el camión del aseo urbano recolectando los desechos en el sector, por lo que a simple vista se observan las bolsas de desechos acumuladas a las entradas de las viviendas.
“Nosotros pagamos en el recibo el servicio de aseo pero para acá no vienen desde hace meses. Uno mismo debe llevar las bolsas hasta el vertedero más cercano o pagarle a alguien con carro para que te haga el favor”, denunció uno de los habitantes.
Hasta más de 100 bolívares deben desembolsillar los tequeños de esta zona para deshacerse de sus desperdicios, pagándole a camiones más pequeños para que se lleve las bolsas.
El contenedor dispuesto al final de la carretera no se ve por la cantidad de basura que lo rodea, ya que los desperdicios están regados por toda la localidad. Igualmente, dicho tramo está colmado de moscas y el mal olor impregna el ambiente a su alrededor.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21