
Huecos, troneras y baches son el primer problema que deben enfrentar los vecinos y visitantes a la hora de ingresar a la urbanización tequeña de Quenda, ya que la carpeta asfáltica tiene más de dos años sin ser asfaltada por las entidades municipales encargadas en el área según manifiestan algunos de sus habitantes.
Una garita de vigilancia, apostada en la entrada, que iba a ser destinada para la seguridad en la urbanización y regular la entrada y salida de vehículos luce completamente abandonada y llena de graffitis.
“Aquí tenemos huecos para lanzar para el techo y el alcalde Garcés quien dijo que desde el primer día se iba a poner a trabajar no lo ha hecho hasta los momentos. Necesitamos que arreglen la carretera principal, cada vez se abren más las troneras y nos ponen en un grave riesgo”, afirmó Mariana Oropeza.
Los vecinos aseveran que luego que comenzaron las construcciones de nuevos edificios en la zona los camiones de transportan los materiales han termina de deteriorar el asfaltado del lugar.
Aceras en mal estado
El paso peatonal que recorre todo el urbanismo luce igualmente en pésimas condiciones, por lo que los transeúntes prefieren caminar por la vialidad corriendo el riesgo de ser arrollados.
Resquebrajadas y llenas de monte es como se encuentran las diferentes caminerías que dan acceso a Quenda, es por ello que sus habitantes piden a gritos que la alcaldía de Guaicaipuro “se digne” a realizar labores de mantenimiento en todos los accesos que tiene la urbanización.
“El año nuevo nos agarrará en medio de la desidia y el abandono, porque eso es lo único que tenemos aquí. Esperamos que para este año entrante las cosas mejoren, porque sinceramente los últimos alcaldes que han pasado por Los Teques nos han mantenido olvidados”, dijo Oropeza.
Cundidos de maleza
El alto follaje se hace presente en todos los recovecos de la urbanización, tapando aceras, caminerías y zonas de recreación con las que cuenta el lugar y que muchos han quedado inutilizables por los habitantes debido a la falta de desmalezamiento.
“Las cuadrillas de Corpomiranda sólo trabajan por donde los vea la gente, puro pantallear, porque para acá arriba jamás se han acercado. El monte nos está consumiendo y nadie hace nada”, expresó Carolina Mangarré.
A oscuras
Los primeros metros de la entrada por donde circulan conductores y peatones son una boca de lobo durante las noches, porque los bombillos de los postes públicos están quemados desde hace ya varias semanas.
Vecinos dan fe que los trabajadores de Corpoelec están al tanto de la situación, sin embargo no han acudido a los diversos llamados que han hecho para que sustituyan las lámparas y coloquen unas nuevas.
Esta problemática es aprovechada por los “motomalandros”, ya que utilizan la poca visibilidad de sus víctimas para poder realizar sus robos a diestra y siniestra.
“Si ya de por sí la ciudad de Los Teques es peligrosa, ni se imaginan cómo es la cosa en las calles que no tienen luz. Aquí los motorizados hace lo que les da la gana”, afirmó otra de las vecinas que prefirió mantenerse en anonimato.
Bote de cloacas
Un bote de aguas residuales mantiene a los que hacen vida en Quenda en constante vilo, ya que desde hace más de cinco meses uno de los tubos principales se rompió haciendo que su contenido brote a la superficie y llene de cloacas la calle principal.
Malos olores embargan gran parte de la urbanización guaicaipureña y pese a las denuncias que han hecho los vecinos aún continúa latente el problema.
“Eso tiene meses así, muchos estamos preocupados porque gracias a Dios hasta ahora no se ha desatado un brote de enfermedades, pero puedo suceder en cualquier momento. Los olores llegan hasta los apartamentos y uno tiene que mantener las puertas y ventanas cerradas”, indicó Oropeza.
Por su parte, grandes cantidades de basura se observan esparcidas por toda la vía principal, así como también acumulada en bolsas negras que se apuestan a las afueras de los diferentes edificios.
Inseguridad latente
“Con miedo” es como viven los vecinos de Quenda, ya que muchos aseguran haber sido víctimas del hampa en las zonas cercanas a sus propios apartamentos. “Casi todos los días roban a alguien, la policía muy poco viene para acá”, dijo Oropeza.
Uno de los callejones que comunica la urbanización con la carretera vieja Caracas- Los Teques, el cual es usado por lo peatones para recortar camino, representa una verdadera guillotina por carecer de alumbrado.
“Meterse por ese lugar para caer a la parada es sumamente peligroso. Muchas veces los motorizados se meten por ahí únicamente a robar a los peatones. Esto se lo llevó quien lo trajo, porque ya ni respetan a las personas mayores”, son algunas de las declaraciones que dan los habitantes de este sector tequeño.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21