
Cuando uno recorre el mapa de países chocolateros, normalmente no hace una parada en Grenada. Aunque algunas islas del Caribe, tales como Jamaica y Trinidad, se han posicionado en la producción de cacao de calidad, las Antillas son más reconocidas por sus rones que por sus chocolate.
Para mí no suponía sorpresa que encontraría chocolate a mi llegada a la isla Grenada. Realmente era una de las razones que despertaban mi interés en conocer esta pequeña nación. Tampoco puedo mentirles y decir que lo supe desde siempre, puesto que la “fama” del chocolate grenadino la descubrí haciendo una columna sobre los ganadores del international chocolate awards 2013, donde un productor de la isla logró un galardón. En aquella oportunidad comenté:
“UNA PEQUEÑA ISLA – UN GRAN CHOCOLATE Con aplausos de pie se celebra la medalla de plata lograda por The Grenada Chocolate Company por su barra de chocolate orgánico oscuro 60%. Grenada es una pequeña isla del Caribe, ubicada al nordeste de Venezuela. Alegra saber que una islita tiene una producción de cacao que logra elaborar un chocolate competitivo en mercados internacionales”. Para el momento de redactar esa nota yo no sabía que mi encuentro con los chocolates de Grenada se daría apenas unas semanas después.
¿CÓMO LLEGA EL CACAO A GRENADA?
Aunque no hay un estudio que avale una teoría como tal, recordemos que científicos indican que el cacao se origina en Venezuela. En nuestro territorio aparece el Cacao de tipo Criollo, en la parte sur del Lago de Maracaibo. En la cuenca del Orinoco aparece el cacao tipo Forastero. Mientras que por hibridación natural aparece una tercera variedad, que supone un cruce de forastero y criollo, la cual los expertos consideran que se origino hacia el delta.
La historia señala que los ingleses, en su interés de producir su propio Cacao, cruzaron plantas de este fruto desde Venezuela a la isla de Trinidad. Ellos popularizaron esta variedad de cacao y de ahí que se bautizara al tipo de grano como “Trinitario”.
Grenada está a muy poca distancia de las islas de Trinidad y Tobago; además de también haber estado bajo el mando de Inglaterra, por lo que se deduce que los colonizadores británicos comenzaron la producción en ese territorio.

ENCUENTRO FORTUITO
Yo llevaba en mente que tendría que acercarme a la fábrica o a una zona específica para encontrar los chocolates finos de granos de origen. Sin embargo me topé con los chocolates de forma fortuita, cuando gratamente impresionado, y con cara de incrédulo, paseaba mis ojos por aquellos grandes anaqueles repletos de productos importados que constituyen un supermercado en playa Grand Anse – El cual no tiene nada que envidiar a los supermercados del primer mundo- Ahí me topé de frente con un gran estante donde se exhibían los chocolates grenadinos.
DELICIOSAMENTE ORGANICOS
The Grenada Chocolate Company es la empresa productora de estos comestibles, que se engalanan en un hermoso empaque, parecido a una obra de arte caribeño.
La premisa de esta empresa es ofrecer un producto orgánico. La fábrica no es más que una pequeña y colorida casa, fundada en 1999. El lugar sirve de planta de elaboración, donde se conjugan haciendas de cacao orgánico y “chocoalte- makers” a manera de cooperativa.
La idea de Grenada Chocolate Company es producir chocolate oscuro de alta calidad utilizando sus (según ellos) famosos granos de cacao trinitarios y forasteros. La receta de estas tabletas la complementan: La azúcar, también orgánica, que importan de unas cooperativas en Brasil; sumada a la vainilla cultivada bajo biodinámica en Costa Rica y cantidades mínimas de soya orgánica, para emulsionar la mezcla.
EMPRENDEDORES
Dado que producir chocolate a baja escala (pudiésemos decir que de manera artesanal) es poco frecuente, la empresa creó sus propios métodos de producción, diseñó su propia maquinaria, y rediseñó viejos utensilios, para adaptarse a su situación única en la isla.
Con este particular modelo emprendedor han logrado un chocolate que sedujo al crítico paladar del jurado del International Chocolate Awards, quienes en 2008, 2011 y 2013 le dieron la medalla de plata en la categoría “chocolate oscuro”.
CATANDO LOS CHOCOLATES
Recordemos rápidamente los pasos de la cata de chocolate:
Primero usamos la vista: Observamos la barra y verificamos que el color sea mate, unicolor, libre de betas de otras tonalidades. Que la superficie sea lisa y brillante denota un buen temperado. Posteriormente partimos la barra a la altura del oído, para así comparar la intensidad del sonido al romper; debe escucharse un “crack” seco.
Pasamos al olfato, dejamos derretir un poco de chocolate en los dedos, cerramos los ojos y llevamos a nariz; la idea es explorar aromas más allá a lo que conocemos como chocolate. Y por último saboreamos, disolviendo lentamente un pedacito de chocolate en el paladar.
NIBS- A -LICIUS BAR : Es el nombre con el que bautizaron su barra de cacao 60% donde el chocolate se entremezcla con nibs de cacao. Este producto denota un carácter artesanal donde se equilibran el dulzor y la carga de amargor propia del grano, junto a una nota especiada de vainilla y la textura crocante que conceden los nibs de cacao a la mezcla.
Barrra 71%: Despliega aromas que recuerdan al cambur, al dulce de plátano, canela, pasas rubias, dátil y azúcar morena. Sabor cítrico con puntos de dulzor marcados, que me recuerdan el higo.
Barra 85%: Aromas a tostado más marcados, como el tabaco y hojas secas, con matices a pimienta y nuez moscada. En boca es seco, con amargor fuerte y puntos que recuerdan a la fruta confitada.
Salty-Licius: Es la base del chocolate 71% combinado con granos de sal, en un interesante contraste dulce y salado. Me quedó la duda del origen de la sal, ya que la web de la fábrica dice que es sal del mar Caribe, mientras el envoltorio dice Sal del Himalaya…

EXCITANDO EL PALADAR
Gabriel Balbás
Twitter e Instagram: @GabrielBalbas
Mochilero Gourmet