
Una gigantesca lista de problemas puede salir de la boca de cualquier persona que visite el sector Los Amistosos, ubicado en la comunidad de Guare Guare, donde sus habitantes están cansado de vivir en condiciones deplorables en medio de montañas de basura.
Ante la gravedad de la problemática, los lugareños afirman que ellos mismos han tenido que hacer las veces de recolectores de basura, pues recogen y se llevan los desperdicios en vista de que el camión del aseo tiene tiempo sin recorrer la comunidad.
Javier Lucres, vecino del lugar, aseguró que tienen tres meses sin el servicio de aseo, “aproximadamente desde noviembre no nos visita, por lo que la única opción que nos queda es sacarla y botarla nosotros”.
A la montaña de deshechos se le suman los escombros, los cuales lucen apostados a un lado de la vía agravando la situación. “Es mucho más complejo deshacerse de los escombros”, comentó Lucres.
“Cazando” el gas
El camión de gas es otro que aparece de vez en cuando por la localidad, lo que ha hecho que los vecinos, permanentemente, se encuentre al acecho del preciado rubro. “El servicio es pésimo, tenemos que montarle cacería cuando pasa, de lo contrario jamás llegaría a nosotros”, recalcó Lucres.
Otro de los inconvenientes es el alumbrado público, que más que el cableado parece una telaraña, “y para nada porque aquí en las noches es pura oscuridad”.
Misma situación viven las personas en sus hogares, especialmente los de la parte baja del lugar, quienes subsisten sin el servicio eléctrico, dadas las constantes fallas que presenta; tal es la gravedad que una familia de la zona lleva tres años sin luz.
De igual forma, carecen de suministro de agua corriente, especialmente quienes viven retirados de la entrada del sector. Lo paradójico es que a los lados de la carretera se encuentran los tubos para solventar la problemática, pero nunca los llegaron a instalar.
Sin patrullaje policial
Aunque los habitantes de Los Amistosos aseguran que la zona aún es sana y “hay poca inseguridad”, consideran que no está de más que los funcionarios policiales se den una vueltita de vez en cuando, “pues solo nos visitan en época de elecciones”.
Al rosario de males que los aquejan, se une el transporte público, el cual sólo llega hasta la entrada de la comunidad, lo que hace que quienes se dirigen a sus viviendas en horas de la noche, caminen en medio de la niebla y la oscuridad.
“Hemos introducido algunos proyectos en los entes que corresponden, pero éstos , al parecer, no han sido aprobados”, afirmó Lucres.
Un cariñito para la vía
También la vía pública refleja el abandono, pues la parte asfaltada se encuentra llena de huecos y escombros. Los conductores deben transitar a poca velocidad para que sus vehículos no se deterioren, y rogar a Dios que no llueva para pasar el trecho de tierra, sin quedarse “pegados” en el pantano.
Ante tanta calamidad, los afectados lanzan un SOS a las nuevas autoridades municipales para que les “echen una manito”.
Ambulatorios, cero
Si algún residente del lugar presenta algún inconveniente de salud, debe ir hasta San Diego de los Altos para ser atendido en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI), porque, como es de esperarse, Los Amistosos no posee ambulatorio.
También deben salir de la zona para comprar sus víveres, porque las bodegas brillan por su ausencia. El abasto más cercano lo encuentran en El Naranjal o en San Diego.
Carlos Sosa – [email protected] / @carlossosa7