El joven actor Mario Casas está viviendo una de las experiencias más destacadas de su carrera cinematográfica al rodar en Sudamérica la película ‘Los 33’, la historia de los mineros chilenos que permanecieron atrapados en la mina San José, ya que en cuestión de solo dos meses ha pasado de someterse al calor infernal de las minas de Copiapó (Colombia) durante la primera parte del rodaje a la incomodidad de grabar en un ambiente tan hostil como el del desierto de Atacama (Chile).
«Lo que hicimos nosotros no tiene nada que ver con lo que vivieron los mineros durante su cautiverio, pero la verdad es que hemos aprendido que trabajar en el interior de una mina es muy duro y que, después de un mes entero de trabajo, ver el sol y respirar aire fresco es algo impagable. Esa claustrofobia que se siente y la sensación de que se te va la cabeza es muy difícil de sobrellevar. Se agradece ver la luz del día ahora que estamos en el desierto, aunque también es un lugar muy austero y poco acogedor», explicó el intérprete coruñés al diario Publimetro.
Sin embargo, el atractivo intérprete no podría sentirse más agradecido por la oportunidad de vivir en «carne propia» las adversidades que experimentaron los 33 «héroes» de San José, ya que así puede valorar con conocimiento de causa la valentía y el arrojo que exhibieron antes de ser felizmente devueltos a tierra firme gracias a un ambicioso dispositivo de rescate.
«Creo que a todos los actores nos vino muy bien pasar un tiempo encerrados, porque es algo que deprime, que angustia y que transmite sensaciones muy fuertes. Para nosotros, recrear todo lo que vivieron en carne propia nos ha ayudado a meternos en nuestros personajes y, sobre todo, a darnos cuenta de que fueron unos auténticos héroes al soportar dos meses privados de libertad», explicó Mario, quien al igual que el afamado Antonio Banderas, ha tenido que perder varios kilos para escenificar el deterioro físico al que se vieron sometidos los mineros.
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