El gobernador de Miranda y líder de la unidad democrática, Henrique Capriles, aseveró que muchas de las condiciones sociales que produjeron el Caracazo, estallido del 27 de febrero de 1989, están presentes 25 años después.
“La situación económica, la inflación, el desabastecimiento y el deterioro del salario son indicadores a los que el Gobierno debe dar respuesta. Hay un pueblo que exige atención y que está pidiendo que lo escuchen. Los estudiantes están protestando en la calle por la solución a esos problemas y por la represión brutal contra la manifestación pacífica. Quienes se dicen hijos del Caracazo, crean condiciones para un nuevo estallido social”.
Insistió en que la salida a la conflictividad que vive el país pasa porque se cumpla una agenda de propuestas reales como la liberación de los detenidos, incluyendo a Leopoldo López e Iván Simonovis, además de cerrar las causas abiertas a los estudiantes y otros dirigentes de la unidad detenidos.
“No se trata de cosas huecas. No se trata de hacer reuniones en un salón para hacer creer al país que se está resolviendo la crisis. Este gobierno que ha sido el gran promotor de la confrontación, quiere hacer ver que ahora aboga por la paz. La unidad no fue a la reunión de este miércoles en Miraflores, porque no vamos a prestarle más tiempo al gobierno. Nosotros sí tenemos propuestas para resolver todos los problemas que enfrenta el país. Estos actos artificiales que se inventa Nicolás en nada expresan el descontento que hay actualmente en Venezuela”.
Capriles dijo que el Gobierno quiere desestimar a quienes defienden la tesis que no hay nada que celebrar en Carnaval. “El gobierno pretende criminalizar a las personas que no quieren celebrar en Carnaval. Hay personas que consideran que no hay nada que celebrar. Esa extensión del asueto decretada por Maduro, tiene por objeto intentar enfriar la protesta en las calles. Esa falsa excusa de conmemorar el 27 de febrero, es simplemente con el objeto de alargar el asueto, no tiene otra intención”.
Reveló que la agenda de lucha seguirá en la calle hasta el Gobierno dé respuesta a las reivindicaciones sociales que se exigen en la actualidad. “Se trata de construir un movimiento social que exija al Gobierno cambiar de rumbo. Todas las propuestas que se hagan son legítimas. El que protesta en la calle, el que toca cacerola o el que protesta de otro modo, porque diariamente se ve amedrentado en su barrio con grupos armados. Todos forman parte de ese gran movimiento social que debemos construir para exigirle a este Gobierno ciego y sordo nos tome en cuenta”.
Prensa Henrique Capriles
