
Ayer algunos vendedores reportaron expectativa a la hora de abrir sus santamarías por temor a lo que pudiera suceder, en vista de la tensa calma que reina en la capital mirandina.
“Abrimos hoy porque todos lo hicieron, temíamos que lo decretaran también; como por nada del mundo hay ventas, esto se está volviendo un infierno. Coloques lo que coloques no compran igual”, dijo Ubadid Codaxel, encargado de un local por Las Cuatro Esquinas; con preocupación expresó que esta situación está dejando grandes pérdidas a la hora de contabilizar el ingreso neto a los comercios.
La situación económica que atraviesa actualmente el país está siendo enemiga de los negocios debido a que aunque abren sus puertas al público la gente no entrar ni a ver las vitrinas, “se estima que algunos laboren y otros no porque aquí ahora se volvió costumbre que es un día de fiesta para todo”, reportó uno de los encargados de una librería.