Familiares de dos abatidos por el Cicpc desmienten versión de un enfrentamiento

En la morgue de Bello Monte en Caracas, familiares de dos de las cuatro víctimas de un presunto enfrentamiento entre delincuentes y el Cicpc que se produjo este miércoles en el barrio La Parrilla de Petare, exigieron justicia y que se esclarezca la muerte de las víctimas, que según ellos, se produjo cuando quedaron atrapados en la línea de fuego.

Nohiria Rojas, madre de Oswaldo Manuel Quero Rojas, de 23 años, aseguró que su hijo nada tenía que ver con la denominada banda de “El Piojo” que buscaban los funcionarios del Eje Este de Homicidios del Cicpc.

Su hijo, junto a Maikel Aguilera, estuvo en una fiesta de cierre del carnaval en la Zona 5 de José Félix Ribas la noche del martes. A su salida, dos mujeres les pidieron la cola hasta La Parrilla pero ellos solo tenían una moto y Quero pidió una prestada para llevarlas a su destino.

La madre de la víctima contó que saliendo de esa dirección, luego de dejar a las pasajeras, los amigos se encontraron atrapados en el procedimiento cuando funcionarios del Cicpc disparaban contra una banda de criminales.

Los dos motorizados fueron heridos. Oswaldo recibió un tiro en el costado izquierdo, mientras que a su compañero le dieron en el rostro. La Policía Científica los llevó hasta el hospital Domingo Luciani, en El Llanito, pero ya habían fallecido.

En ese centro asistencial sus familiares los encontraron desnudos y sin pertenencias ni documentos. Se enteraron que estaban allí cuando se corrió en el sector el rumor de que había dos personas heridas de bala.

Oswaldo Quero trabajaba en impermeabilización de paredes y según su madre estaba estudiante Diseño Gráfico.

Maikel Aguilera era comerciante por su cuenta. Sin embargo, los parientes del segundo no quisieron declarar respecto al caso.

En el mismo procedimiento del Cicpc fueron abatidos Yonaiker Frías, de 22 años y José Gregorio Sarmiento, de 20 años de edad. La madre de Oswaldo Quero, cree que la policía confundió a su hijo y al amigo de este con miembros de esa banda. “Qué va a pasar con los que matan por equivocación y la policía los pone como malandros. Si la policía actuará correctamente no pasarían estos incidentes”, dijo.

Nohiria Rojas es educadora en un colegio. Contó que las motos que tenían su hijo y Maikel Aguilera no aparecieron. Tampoco sus documentos ni sus pertenencias.

AA

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