89 % de los encuestados opinó que «los trapos sucios deben ser lavados en casa», mientras que 82 % afirmó que no se debe interferir en las peleas de casados
Más de la mitad de los brasileños cree que «si las mujeres supieran comportarse, habrían menos violaciones», según reveló una encuesta que llevó este viernes a la presidenta, Dilma Rousseff, a reconocer que Brasil «aún tiene mucho que avanzar en el combate de la violencia contra la mujer».
Según dicha encuesta del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), que entrevistó a 3.810 personas, 635 considera de manera «total o parcial» que los casos de maltrato contra la mujer en el ámbito del hogar «deben ser discutidos solamente entre los miembros de la familia».
«El resultado deja claro el peso de las leyes y de las políticas públicas» en la lucha contra la violencia de género, publicó Rousseff en Twitter, donde reconoció que la encuesta muestra «también que Gobierno y sociedad deben trabajar juntos para atacar la violencia contra la mujer, dentro y fuera de los hogares».
Persiste vision patriarcal
Así, 89 % de los encuestados opinó que «los trapos sucios deben ser lavados en casa», mientras que 82 % afirmó que no se debe interferir en las peleas de casados.
De acuerdo con los autores del estudio, la población aún tiene «mayoritariamente una visión de familia nuclear patriarcal».
«Aunque el hombre sea aún visto como el jefe de la familia, sus derechos sobre la mujer no son ilimitados, y excluyen las formas más abiertas y extremas de violencia», aseveró la institución en una nota de prensa.
Agencias