Dividida, así está la opinión de dirigentes políticos de oposición que hacen vida en la región altomirandina ante el primer encuentro entre el Ejecutivo nacional y una representación de la Mesa de Unidad Democrática, realizada la noche del jueves en el Palacio de Miraflores.
Para algunos, no cumplió con la espectativas, para otros, simplemente no tiene sentido mientras sigan tras las rejas los llamados presos políticos. Sergio Graffe, politólogo, asegura que al comparar la calidad del discurso y de sus exponentes, la conclusión es que los representantes de la oposición proyectaron una imagen mucho más favorable que los del gobierno; “y esta circunstancia nos podría indicar que al gobierno no le conviene mostrar sus debilidades de la manera como lo hizo y por tanto que las próximas fases del diálogo no serán transmitidas, al menos no en cadena”.
-Pero además, si se analiza el fondo de lo que planteó cada sector se observa que en el lado de la oposición hubo coordinación previa porque se repartieron los temas de acuerdo al mejor manejo de cada participante, con cifras concretas sobre inseguridad, inflación o escasez; mientras que del lado del gobierno, cayeron en expresiones genéricas cargadas de ideología política que no se relacionaban con los planteamientos de los otros.
Para Graffe otro elemento que quedó al descubierto en ese debate es que existe una polarización programática en el país, “porque cada factor sentado frente al otro representa un modelo político-económico diametralmente opuesto; y esto hace más complicado llegar a puntos de coincidencia porque se podrían desgastar en exponer las debilidades del otro para no dar señales de que uno cede mientras el otro avanza en su espacio ideológico; sin embargo, este hecho le imprime una valoración especial al diálogo porque pone a prueba la madurez política de cada uno y mide el compromiso para llegar a niveles aceptables de gobernabilidad”.
Del lado del gobierno, -agrega el politólogo- a pesar de la baja calidad del discurso y las limitaciones expresivas de sus delegados participantes, hay que concluir que se presentó compacto en sus ideas y lo dicho tiene más representatividad que la de los opositores presentes; porque aunque Capriles, Falcón, Guarulla y los miembros de la MUD que asistieron representan un peso específico importante de la oposición, la ausencia de líderes como María Corina Machado, Antonio Ledezma y del propio Movimiento Estudiantil le quitó contundencia a los argumentos y a las peticiones al gobierno, en temas como el desarme de los colectivos violentos o la liberación de los presos políticos, mucho de los cuales son estudiantes que han manifestado desde el 12 de febrero.
-Con todo, este primer encuentro no es suficiente para determinar cuál será el desenlace de este diálogo; pero si la pretensión es que el país nacional confíe en sus resultados, el gobierno debe hacer anuncios concretos e inmediatos relacionados con temas que pueden ser resueltos con una decisión judicial, como la liberación de Simonovis, López o los jóvenes estudiantes y otros ciudadanos; porque de lo contrario puede ser percibido como que busca tiempo para que la crisis económica y política no le pase por encima y todo el esfuerzo se habría perdido tal como sucedió después del Golpe de Estado de Abril del 2.002 cuando el difunto Chávez prometió abrir un proceso de diálogo con los sectores nacionales y no lo cumplió.
“No creo en diálogo”
Por su parte el concejal y líder de Voluntad Popular en Los Salias Tirso Flores, fue enfático al indicar que cree en un diálogo “mientras estén presos Leopoldo López, Daniel Ceballos, Iván Simonovis, Enzo Scarano y todos los estudiantes que se encuentran tras las rejas por pensar distinto a este gobierno; nuestra organización no validará ningún diálogo mientras siga existiendo represión, encarcelamiento y persecución contra nuestro pueblo”.
“Nosotros en Voluntad Popular somos firmes creyentes de que el diálogo debe darse de pie, jamás de rodillas (…) Cuando planteamos la salida constitucional de este gobierno lo hicimos convencidos de la grave crisis que vive el país y que empeora cada día”, dijo.
-Hoy, el gobierno acorralado por las protestas ha tenido que gestionar algo que nunca ha querido: el diálogo. Claro, un diálogo amañado, en el que no se vislumbra ningún síntoma de que Maduro quiera enmendar los errores, pues mientras algunos miembros de la MUD se reunían en la cancillería con Jaua y su combo, la represión en las calles se mantenía.
Recordó que Leopoldo López, coordinador nacional de Voluntad Popular desde Ramo Verde el pasado 29 de marzo le expresó claramente las condiciones mínimas para dialogar: Libertad para los presos políticos y justicia para los fallecidos y torturados.
“Un diálogo efectivo y sincero con el gobierno solo será posible si el gobierno da muestras sinceras para ello aceptando todo lo antes mencionado, también reitero la necesidad de que el Vaticano y otros grupos internacionales sirvan como mediadores del conflicto para encontrar una solución pacífica a los problemas que hoy existen en Venezuela”.
Daniel Murolo – [email protected] / @dmurolo
