Este material es el compendio de dos discursos emitidos por la profesora Olga Milián de Suárez, presidenta de la Sociedad Bolivariana de Venezuela
El 19 de abril de 1810 encierra en sí varios aspectos a considerar, primero el de ser un hito irreverente de la historia y, a futuro, del hemisferio americano. Segundo, ser el amanecer de un proceso aún en curso y, tercero, el inicio, para ese entonces, de lo que sería la heroica guerra por la libertad de los pueblos sometidos al yugo español.
Al menos esto deja entrever las palabras dichas por Simón Bolívar en su proclama a los habitantes de Río de La Plata, fechada en Angostura el 12 de junio de 1818, en la que reafirma su idea de unidad continental, tanto en la guerra como en la paz: “Vuestros hermanos de Venezuela han seguido con vosotros la gloriosa carrera que desde el 19 de Abril de 1810 ha hecho recobrar a la América la existencia política de que la habían privado los tiranos de España”.
El Libertador no estuvo presente durante aquel primer acto de soberanía por encontrarse en su hacienda provinciana trabajando en el proyecto de asonada emancipadora. Pero, nunca ocultó su preferencia por esta importante efeméride, ni dejó de promover su celebración anual, refiriéndose a esta fecha como el día en que nació Colombia.
Echemos un rápido vistazo por los acontecimientos que desembocaron en los actos de ese inolvidable 19 de abril de 1810. La invasión de Napoleón a España y el hecho de colocar en el trono a su hermano José Bonaparte, en detrimento del rey Fernando VII, hace que los delegados españoles ubicados en puestos de poder en Latinoamérica pierdan legitimidad, debido a lo cual los hijos de españoles nacidos en Venezuela, que alimentaban profundos sentimientos nacionalistas y que, por lo tanto, consideraban que esa tierra les pertenecía y que correspondía a ellos ser sus genuinos gobernantes, rechazan al mariscal de Campo Vicente Emparan, que había sido recién nombrado Capitán General de Venezuela.
El 19 de abril de 1810, jueves Santo, el Cabildo de Caracas inicia sus actividades a las 7 am., y sus promotores, informados de la situación que se vivía en España, invitan a Emparan, como parte de la estrategia, a presidir la asamblea. Durante el desarrollo de la misma, se exponen los puntos de vista sobre la Junta de defensa de los derechos de los derechos de Fernando VII, se produce una acalorada discusión y el capitán opta por retirarse para asistir a los oficios religiosos de la Catedral, echando por tierra el plan de los comprometidos.
Sin embargo, cuando el Emparan va entrando a la Catedral, un valiente Francisco de Salias lo insta a regresar al Cabildo y lo toma del brazo. Cuando el capitán busca auxilio en la tropa, ve que la Guardia baja las armas y entiende que no tiene salida y regresa al Cabildo, donde unos jóvenes conspiradores vocean consignas en su contra. Ante esta situación, sale al balcón y pregunta al pueblo si quieren o no su gobierno, a lo que el pueblo, ya avisado y ante la seña que hace Madariaga detrás de Emparan, gritan un rotundo “No, no lo queremos”, a lo que el Gobernador responde “Yo tampoco quiero mando”.
Fue así como nace la fecha genésica de nuestra libertad y el futuro nacimiento de la primera República de nuestra patria, Venezuela.
Violeta Del Portillo
