Merkel ensalza ante los jóvenes «el regalo de Europa unida»

La canciller alemana, Angela Merkel, ensalzó ayer el «regalo de la Europa en paz y unida» ante centenares de jóvenes europeos, en un acto en memoria del inicio de la Primera Guerra Mundial que inevitablemente recaló en Ucrania.

«Costó décadas superar la división dejada, en Alemania y Europa, por las dos guerras mundiales, primero, y la Guerra Fría, después», recordó Merkel en la apertura del «History Campus», en el teatro Maxim Gorki de Berlín.

Y hoy «nos encontramos ante la amarga realidad de una paz amenazada entre nuestros directos vecinos», añadió, en relación a la crisis entre Rusia y Ucrania. El estallido de la I Guerra Mundial -«el origen de la catástrofe que se abatió sobre Europa y el mundo»-, en 1914, puso de relieve el «fracaso de la diplomacia», según Merkel. Ahora hay que demostrar que «se aprendieron las lecciones» de entonces, dijo, para insistir en su convicción de que se logrará dar con esa «solución diplomática» a la crisis ucraniana.

El auditorio de Merkel en el Maxim Gorki, el más pequeño entre los teatros públicos de Berlín, estaba integrado por unos 440 jóvenes llegados de 40 países para participar en el acto central del centenario de la I Guerra Mundial, una contienda en la que murieron 16 millones de personas.

«Sumérjanse en la Historia desde esta ciudad que, dicen, tiene además una buena vida nocturna», invitó Merkel a los presentes, consciente de que, en su mayoría, no acuden a Berlín únicamente a analizar el pasado.

«A ustedes les corresponde escribir la siguiente página de la Historia», siguió, tras recordarse a sí misma, con 35 años, cuando vivió la caída del Muro berlinés que precipitó el fin de la división europea. «De eso hará ahora 25 años. Muchos de ustedes no habían nacido», dijo.

Merkel se ganó el aplauso de los jóvenes en el Maxim Gorki, un teatro emplazado en lo que fue el sector este de Berlín, junto a la espléndida avenida Unter den Linden, y que ya en esos tiempos se preció de ofrecer obras críticas pese a la censura comunista.

El acto era una de las pocas conmemoraciones institucionales en Alemania en el centenario del inicio de la I Guerra Mundial, de la que el país salió vencido, humillado y empobrecido por las enormes reparaciones a que quedó obligado, lo que actuó de caldo de cultivo para generar el gran monstruo que fue el nazismo.

La lejanía en el tiempo de la llamada Gran Guerra facilitó que el aniversario haya quedado algo opacado frente a los actos que se prevén para los 75 años del arranque de la II Guerra -el 1 de septiembre de 1939, con la invasión de Polonia- y los 25 de la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989.

El «History Campus» reunirá hasta el 11 de mayo a esos jóvenes de toda Europa, con el propósito de refrescar la memoria acerca de la primera gran guerra «industrializada», en que la maquinaria bélica y la tecnología multiplicaron el horror de toda contienda.

El ciclo trazará un hilo conductor entre ese 1914 y el presente 2014, con un programa amplio que incluye conciertos, espectáculos, exposiciones y seminarios y también recorridos por la capital alemana.

Berlín da así la vuelta a un aniversario que se temía adusto para el anfitrión y que se convierte en convocatoria abierta a los rostros de la Europa joven, principalmente procedentes de la propia Alemania o del este del continente, pero también del sur.

«Tenemos que confiar en esa vía diplomática que busca Merkel (para la crisis en Ucrania). Lo contrario es la guerra no ya en la puerta de casa, sino incluso dentro de casa», dijo Maritza Polewa, de 22 años, nacida en Gdanks (Polonia) y con novio ucraniano, «ahora mismo en Kiev».

Merkel «impresiona, claro. Tanto por su biografía, como una mujer crecida bajo una dictadura que llegó al poder, como por su estilo de hacer política», comentó a Efe Laura Río, portuguesa de 22 años, estudiante de Derecho y una de las seleccionadas para la foto «de familia» con la canciller.

AP

 

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