
Vecinos de la comunidad Los Jabillos aseguran que desde hace años el gobierno de turno no ha hecho más que poner pañitos de agua tibia en la vialidad del sector, la cual termina cediendo a raíz de las lluvias o el frecuente uso de camiones, carros y los mismos peatones que por ahí transitan.
“En todos los años que tengo aquí nunca han realizado un asfaltado decente, siempre son parchos que cubren los baches”, aseguró César Maizo, vecino.
La Fiesta del Asfaltado anunciada hace más de 40 días por el alcalde de Guaicaipuro, Francisco Garcés, aún no se ha ejecutado, pese a que había sido prometida principalmente en las comunidades populares y avenidas de mayor flujo, por lo que los residentes de la populosa zona elevan el llamado a las autoridades de este proyecto para que respondan.
Entre otros conflictos, los entrevistados destacan los escombros acumulados en la vía pública, las chatarras abandonadas así como la delincuencia que utiliza la zona para abandonar piezas de carros “picados”.
“Las calles son muy angostas, algunas no tienen acera y la gente debe caminar por los hombrillos estrechos, entonces si va subiendo un carro y otro bajando no pueden circular al mismo tiempo, se debe esperar a que pase uno u otro y esto quita tiempo, además que los peatones no terminan de pasar y los niños andan en la calle solos, todo es un peligro latente”, manifestó Carlos Vega.
Entretenimiento peligroso
Entre otras quejas está la falta de lugares de entretenimiento equipados o debidamente estructurados para los jóvenes y niños de la zona; a falta de canchas deportivas, parques o plazas con atracciones, los infantes juegan pelota, papagayo, trompo o carreras en plena vía, descalzos, sin camisa y corriendo el riesgo de ser arrollados por un vehículo que no se percate de su presencia.
“No nos gusta que jueguen en la calle, pero tampoco los podemos tener todo el día encerrados viendo televisión, ellos deben drenar toda esa energía”, agregó una madre de la comunidad.
Gas brilla por su ausencia
“Nosotros nunca recibimos al camión de gas, por el contrario debemos ir hasta Los Cerritos a hacer largas colas para comprar el combustible”, aseveró José Antonio Maizo, vecino de la comunidad desde hace más de 7 años, quien añadió que debe pagar entre 50 y 60 bolívares al taxista para que le haga la carrera hasta la distribuidora de Gas de Los Teques.
Transporte es insuficiente
Pese a que efectivamente trabajan más de 50 carros tipo Jeep en la zona, vecinos aseguran que no son suficientes para cubrir la demanda de los habitantes. “Somos muchos sectores, aunque hay muchos carros siempre debemos hacer colas larguísimas para poder salir o regresar a la casa”, expresó María Puente, moradora.
Sin Ambulatorio Cerca
El ambulatorio que tenían a escasos 500 metros, ya no funciona debido a la actuación de la delincuencia. “Hace como un año robaron el ambulatorio, le sacaron los equipos y medicamentos, desde entonces debemos acudir al Hospital Victorino Santaella”, informó otro vecino del lugar, quién aprovechó de hacer un llamado a las autoridades del cuadrante de seguridad. “Por aquí no han pasado, la idea es que respondan a los llamados, pero la realidad es que el hampa sigue con el moño suelto con o son plan del Gobierno”.
Mayluth Mujica / [email protected] – @mayluthmujica