
Numerosos huecos en la vía principal y malos olores son sólo algunos de los principales problemas que los habitantes de la urbanización tequeña Quenda deben enfrentar diariamente debido a un bote de aguas negras que lleva más de un año en la zona.
El brote de cloacas, que además representa un foco de enfermedades para los vecinos, mantiene en vilo a los habitantes del urbanismo pese a los diversos llamados y denuncias que han colocado a través de los medios de comunicación locales y redes sociales, los cuales no han recibido hasta la fecha respuesta alguna.
“Los niños y personas mayores son los más propensos a contraer cualquier tipo de enfermedades debido a ese brote de cloacas que tenemos desde hace añales aquí, hemos hecho llamados, denuncias de todo tipo y Garcés ni pendiente. Necesitamos que reparen esa tubería porque sumado a ello la calle se está desbaratando», declaró Romelia Fuentes.
El correr del agua sobre la carpeta asfáltica ha causado que la misma se haya ido deteriorando con el pasar del tiempo, así como otros áreas comunes con las que cuenta la urbanización.
Huecos y más huecos
No sólo la acción del agua es la causante de las troneras que colman la carretera, sino que también los vecinos aseguran que el constante transitar de camiones con carga pesada, quienes transportan materiales para los nuevos edificios que están construyendo al final de la urbanización, han “desbaratado” el asfalto.
“Esa construcción es lo peor que han podido hacer, el tierrero es insoportable, además que nos han dañado la única vialidad que tenemos”, dijo Fuentes.
El plan de asfaltado que desarrolla la Alcaldía de Guaicaipuro desde hace algunos meses atrás no ha llegado hasta dicho sector, según asevera Fuentes, a pesar que el alcalde Francisco Garcés informó que el mismo llegaría a los sectores populares de la ciudad.
“Para acá no han arreglado nada, nos tienen olvidados y todos estos problemas hace que el valor de los apartamentos caiga en picada”, indicó Fuentes.
Aceras “en jaque”
Desmoronadas es como lucen algunas de las aceras y caminerías que dan acceso peatonal a esta parte de la ciudad capital, debido a la falta de mantenimiento por parte de las cuadrillas de la Alcaldía de Guaicaipuro y Corpomiranda, las cuales según manifiestan algunos habitantes nunca han acudido a sus llamados.
“Ciertas partes de las aceras están literalmente guindando, otras están completamente inservibles y lo obligan a uno a caminar por la carretera. La maleza no la cortan y esta a obstruido el paso en algunos tramos”, afirmó Oscar Lucena.
Oscuridad total
La falta de reemplazo de algunos faros que se encuentran quemados desde hace meses ocasionan que las áreas comunes del urbanismo sean “una boca de lobo”, situación que causa nerviosismo en los habitantes, debido a que personas ajenas pueden ingresar a algunos edificios pasando desapercibidos.
Alcantarillas destapadas
Las alcantarillas que se apuestan justo en la entrada para el sector se encuentran sin rejillas, por lo que los conductores que circulan por el lugar deben tener suma precaución para evitar caer en los huecos y sufrir accidentes lamentables.
Inseguridad “a mil”
La falta de patrullaje policial por la zona ha causado que algunos malhechores atraquen “a diestra y siniestra” no sólo a los vecinos del lugar, sino también a los visitantes, por lo que los habitantes hacen un llamado de “auxilio” y piden más seguridad a los cuerpos policiales.
“Aquí roban como si nada en nuestras narices y nadie hace nada. Las patrullas pasan de vez en cuando, pero ni siquiera se bajan. La urbanización se ha convertido en una guillotina y ya uno no puede vivir en paz”, manifestó Ligia Cárdenas.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21