
Más de un centenar de personas protagonizó una larga fila a las puertas de un local ubicado en la avenida Bolívar de la capital mirandina donde llegó el cotizado material de construcción.
Compradores realizan una extensa cola por harina de maíz y café en polvo por segundo día consecutivo en el supermercado Central Madeirense, ubicado en el Centro Comercial La Hoyada de la capital mirandina.
Desde las 7:00 a.m., más de un centenar de consumidores se apostó en la adyacencias del establecimiento, a la espera de que el mismo abriera sus puertas, la larga cola se extendió hasta el estacionamiento del centro comercial y los trabajadores del supermercado habilitaron una entrada y algunas cajas del comercio únicamente para el expendio de los productos escasos.
Cada cliente pudo acceder a cuatro kilos de harina de maíz precocido marca Doña Emilia, con un valor regulado de 7,41 bolívares cada uno; en el caso del café, por cliente se vendieron dos empaques de 500 gramos de la marca Fama de América, con un costo sugerido de 23 bolívares cada uno.
Llegadas horas del mediodía, se agotó la mercancía dispuesta para la venta cuando aún quedaban algunos compradores por ingresar al comercio, trabajadores del mismo afirmaron que cada día les resulta más difícil vender los productos que presentan fallas en su distribución, alegando que “la gente se pone muy agresiva.”
Parte de la rutina
Varios consumidores presentes en las afueras del supermercado refirieron que la escasez de varios productos fundamentales en la canasta alimentaria del venezolano ha cambiado su rutina, “ vivimos de cola en cola cazando la leche, la harina y el aceite”, dijo Viviana García, consumidora.
“Hago las colas necesarias, pueden ser tres a la semana, depende de lo que haga falta en mi casa. La leche y la harina son las más difíciles de conseguir, en varias ocasiones he tenido que pagar hasta 45 bolívares por un kilo de leche”, afirmó la consumidora Flor Villegas.
Compradores alterados
Una situación irregular se suscitó cuando una compradora intentó llevar más productos de los dispuestos a la venta por cliente, esta, ante la negativa de los trabajadores a venderle más de los debido, arremetió contra los mismos mediante gritos e improperios, siendo segundada por otros compradores quienes además agredieron verbalmente al reportero gráfico del diario La Región.
Samuel Pérez
[email protected]/@Samuelgpf