La libertad le llegó tarde al sargento mayor de segunda del Ejército, Carlos Manuel Carreño Muñoz, una insuficiencia renal crónica “le ganó la batalla”. El hombre que rescató a Chávez el 12 de abril y que permaneció preso por más de 8 años en la cárcel de Ramo Verde por una delito que aseguraba no haber cometido, falleció el pasado 12 de junio en Barcelona.
“Luchó como nadie para demostrar que era inocente, cuando finalmente le llegó el beneficio por el que tanto peleó, murió”, reseñó su madre Gladys Muñoz de Carreño. El sargento logró salir en libertad el pasado mes de marzo, luego de ser sometido a exámenes médicos.
Carreño no sólo encabezó el grupo de hombres que rescató a Chávez en La Orchila el 12 de abril de 2002, también denunció la alianza entre Acosta Carlés y Walid Makled sin ser escuchado; posteriormente fue involucrado en el asesinato del boxeador David José Paredes, hecho ocurrido cuando se enfrentaban bandas rivales en un caserío cercano a la ciudad de Valencia, frente a su residencia.
Desde su celda en Ramo Verde aseguró muchas veces que su único pecado fue no ser un delincuente. Denunció que permaneció preso “gracias a los tentáculos de poder que aún mantiene Acosta Carlés en la justicia y dentro de las Fuerzas Armadas Bolivarianas“. Dos jueces, un fiscal del Ministerio Público y un comisario del Cicpc fueron expulsados de sus organismos al detectarse irregularidades en el manejo de este caso.
En 2011, en una carta pública dirigida a la ministra Iris Valera, escribió: “no quisiera pensar que nuevamente el narcotraficante y traidor ex gobernador de Carabobo, Luis Felipe Acosta Carlés, tenga las manos metidas en mi caso como ya en anteriores oportunidades lo ha hecho por venganza hacia mi persona por haberlo desenmascarado ante el presidente de la República, el país y especialmente el pueblo de Carabobo, por los vínculos y conexiones que siempre tuvo con la mafia”.
Además de presentar problemas renales crónicos, sufrió hace un año un infarto. La ministra Iris Valera habló personalmente con Carreño a finales de 2012, él le entregó en sus manos el informe médico de nefrologia y ella prometió que lo ayudaría; ayuda que, según familiares, llegó demasiado tarde.
“Recibió el beneficio en marzo, salió de la cárcel con ganas de comerse el mundo, de recuperar el tiempo perdido con sus cuatro hijas, pero se fue deteriorando muy rápido”, agregó su madre. A las 4:00 de la mañana del pasado jueves 12 de junio falleció en la ciudad de Barcelona hasta donde había viajado para compartir con familiares.
Daniel Murolo – [email protected] / @dmurolo
