Al menos veinte personas murieron ayer y más de 160 resultaron heridas al descarrilar tres vagones de un tren del metro de Moscú, en el accidente más grave en la historia del principal medio de transporte de la capital rusa y uno de sus mayores orgullos.
El descarrilamiento se produjo en hora punta en el tramo entre las estaciones Park Pobedy y Slavianski Bulvar, en el este de la ciudad, cuando el convoy se dirigía desde el centro de Moscú hacia el extrarradio, lo que evitó un mayor número de víctimas.
El aviso del accidente llegó al puesto de controladores a las 08.39 hora local (04.39 GMT), explicó Vladímir Markin, portavoz del Comité de Instrucción de Rusia, que descartó de inmediato la posibilidad de un atentado terrorista como causa de la tragedia
“Todas las demás líneas de investigación están abiertas”, dijo Markin, quien añadió que en el momento del descarrilamiento, que se produjo a unos centenares de metros de la estación de Slavianski Bulvar, el tren circulaba a 70 kilómetros por hora.
El Ministerio de Sanidad informó de que 19 pasajeros murieron en el lugar del accidente y otro más falleció en el hospital a consecuencia de las heridas sufridas.
“En total, resultaron heridas 161 personas, de las cuales 129 fueron hospitalizadas, entre ellas 42 en estado grave”, dijo al canal de televisión Rossía-24 el portavoz de esa cartera, Oleg Salagái.
La mayoría de las víctimas mortales eran moscovitas que se dirigían al trabajo, indicaron fuentes municipales a la agencia Interfax.
En un primer momento, fuentes de Emergencia indicaron que el descarrilamiento se produjo por una repentina caída de la tensión eléctrica, que provocó un error en el sistema de señalización y la brusca detención del tren.
Sin embargo, la compañía eléctrica MOESK, que suministra energía al metro de Moscú, indicó que en sus redes no se registró ninguna caída de tensión.
Agencias