El presidente francés, François Hollande, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, exigieron hoy al presidente ruso, Vladimir Putin, que haya “acceso libre y total” a la zona de la catástrofe del avión de Malaysian Airlines para los investigadores internacionales.
“Si Rusia no toma inmediatamente las medidas necesarias, la Unión Europea sacará las consecuencias” en la reunión de sus ministros de Exteriores del próximo martes, advirtió la presidencia francesa en un comunicado, en una alusión apenas velada a nuevas sanciones.
Hollande habló por teléfono esta mañana, sucesivamente, con Merkel y con Cameron, con los que acordó reclamar a Putin que obtenga de los separatistas prorrusos que controlan la región donde se estrelló el avión tras ser derribado por un misil libertad de movimientos para que los investigadores “puedan cumplir su misión”.
“Rusia debe entender que la resolución de la crisis ucraniana es más que nunca un imperativo tras esta tragedia que ha causado ultraje al mundo entero”, subrayó el Elíseo.
Hollande se entrevistó ayer también por teléfono con su homólogo ucraniano, Petró Poroshenko, y ambos coincidieron en que “no se puede tolerar ningún obstáculo” a la investigación internacional porque resulta “crucial establecer pruebas indiscutibles de los hechos para sacar todas las consecuencias de este drama horrible”.
París, Berlín y Londres se habían mostrado hasta ahora reticentes a llevar más lejos las sanciones europeas contra Moscú por la crisis ucraniana, pese a la presión estadounidense, pero el siniestro del Boeing de Malaysian Airlines ha modificado el escenario.
Francia tiene pendiente la entrega a Rusia -programada para el próximo otoño- de dos fragatas de tipo Mistral, un contrato al que se ha negado a renunciar.
Alemania tiene en Rusia a un socio comercial de primer orden, al que compra una parte de los hidrocarburos que necesita para su aprovisionamiento energético.
El Reino Unido, que hoy mismo acusó de Putin de obstaculizar la investigación sobre la catástrofe del vuelo MH-17, con el centro financiero de Londres, es un foco de atracción para muchos capitales rusos.
Agencias