Pacientes, médicos y trabajadores del Instituto de hematología y oncología de la Universidad Central de Venezuela, UCV, protestaron este martes ante la posibilidad de que esa institución sea cerrada y sus pacientes y trabajadores reubicados en otros centros de salud, de acuerdo a fuertes rumores que surgieron luego que el pasado lunes, personal del Ministerio del Poder Popular para la salud, realizaran una visita a fin de constatar las condiciones en la que se presta el servicio a quienes acuden en busca de atención médica.
Estas instalaciones atienden actualmente a unos 1700 pacientes entre adultos y niños con diversos tipos de cáncer, por lo que la preocupación de quienes reciben quimioterapias y otros tipos de tratamientos radica en que, “Con el ofrecimiento que nos hicieron de trasladarnos en autobuses, sólo iremos a recargar otros servicios de oncología que también se encuentran en condiciones limitadas por estar colapsados”, de acuerdo a lo que expresaron en medio de la protesta.
Casta Díaz, paciente del estado Guárico con cáncer de mama, que recibe tratamiento desde hace año y medio, aseguró que no están de acuerdo en que sean trasladados a otros hospitales. “Estamos dispuestos a apoyar a los médicos y enfermeras que nos atienden. Si es necesario que vayamos hasta el Ministerio de salud caminando, eso haremos”.
“Nos están dando una opción de que seríamos trasladados en autobuses o al Hospital de El Llanito o al Oncológico Luis Razetti y no estamos en condiciones de ser movilizados de esta forma porque muchos tenemos las defensas muy bajas por nuestra condición. Lo que deberían hacer las autoridades es solucionarnos el problema con el aire acondicionado, algo que es esencial para que nos apliquen la quimio acá y nosotros como pacientes estamos dispuestos a colaborar en lo que sea necesario”, señaló..
Agregó, “Aquí murió un Presidente que estuvo enfermo de cáncer, por lo que les hago un llamado a las autoridades a que piensen en él para que actúen en resolver el problema de este servicio de oncología donde estamos buscando ser tratados de un cáncer. Le pedimos a la Asamblea Nacional y a los ministros que nos ayuden, que dejen la politiquería de lado y suministren los medicamentos y el aire acondicionado que es la prioridad para nosotros”, destacó.
William Linares, paciente oncológico exhortó al Nuncio Apostólico, Aldo Giordano y al Presidente de la República, Nicolás Maduro, a “Ponerse la mano en el corazón con las personas que nos estamos muriendo en la unidad de oncología del Hospital Clínico Universitario. Tenemos problemas con el aire acondicionado y los reactivos. Me gustaría saber si el Presidente Chávez habría aprobado esta situación”.
El doctor José Manuel Olivares aseguró que la solución más expedita sería resolver la situación de deterioro del centro de salud y atender a los pacientes en el mismo lugar. “Hay que entender que estamos hablando de pacientes con cáncer y de personas que estamos luchando por salvarles su vida. El Hospital Luis Razetti y el Domingo Luciani se encuentran colapsados por lo que no estaríamos haciendo buena medicina al mandar los pacientes en un autobús a recibir quimioterapia en estos centros con el malestar y las nauseas que su tratamiento conlleva ¿Qué haríamos si un paciente se nos complica en uno de estos autobuses con el tráfico que tenemos en Caracas?”
Por su parte, Pablo Zambrano, representante sindical de los trabajadores advirtió que lo que ocurre en el Centro de hematología y oncología se corresponde con lo que ocurre en la mayoría de los hospitales de la capital. “El Gobierno nacional está obligado a hacer un gran esfuerzo por todos estos pacientes y tener voluntad política para dar una solución rápida al abandono en el que se encuentra este ente. Hasta este momento, sólo se le han dado promesas a pacientes y trabajadores, tal como ya lo han hecho en el Oncológico Luis Razetti, el Hospital de Coche, el Materno infantil de Caricuao y hasta en el Hospital de niños, en donde hasta ahora no han cumplido”.
“Esperamos que por el tipo de paciente de esta institución y su enfermedad, el Gobierno deje la indolencia”, concluyó
Prensa de Solidaridad