El difícil acontecimiento ocurrió el pasado 23 de julio vía Tejería en el estado Aragua, poco después de las siete de la noche, cuando le lanzaron un árbol y él se detuvo. “Cuando salí del carro sabía que había cometido un grave error.
Quite la rama y cuando me quite me agarraron, fue una experiencia crítica. Se siente que si te agarran con tu hijo es desconcertante, cuando estas solo sabes que hacer”.
Simancas estima que “ellos no esperaban conseguirse con alguien conocido, sino a alguien a quien quitarle el carro”.
Explicó que fueron dejados en un vertedero de basura, y le tocó hablar con paciencia a su pequeño hijo para lograr que se tranquilizara. “Nos despertábamos, veimos el cielo, le decía que teníamos tiempo sin ver hacia arriba, le decía que uno veía cosas en otros lados y no en la naturaleza”.
“Yo decidí que teníamos que tener paciencia, le dije Dios nos va a ayudar, vas a ver que aparecen unos ángeles. Luego llegaron los trabajadores del vertedero a las cinco de la mañana”. Al ser liberados caminaron por la vía, y fueron reconocidos a pesar de lucir sucios por haber dormido en basurero, y llegó hasta su casa.
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