El gobierno mexicano protestó este lunes por la promulgación en Texas de una ley que prohíbe las ciudades santuario en este estado del sur de Estados Unidos y que permite a las autoridades pedir a cualquier detenido su estatus migratorio.
«La Secretaría de Relaciones Exteriores lamenta la promulgación de la ley SB4, por los efectos negativos que podría tener en la comunidad mexicana y de origen mexicano que vive y visita el estado de Texas», destacó el ministerio en un comunicado.
El gobernador tejano, Greg Abbott, promulgó el domingo la medida, en vigor a partir del 1 de septiembre y que contempla sanciones contra los agentes que se nieguen a cooperar con las autoridades federales.
«Los tejanos esperan que garanticemos su seguridad y esto es exactamente lo que estamos haciendo», aseguró Abbott.
El gobierno mexicano alertó de que «este tipo de medidas criminalizan aún más el fenómeno migratorio, fomentan actos de discriminación racial y reducen la colaboración de la comunidad migrante con las autoridades locales», aseguró.
Los mexicanos o ciudadanos de origen mexicano representan casi el 40% de los cerca de 28 millones de habitantes que tiene Texas.
La Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) criticó que Abbott haya dado a la policía «una licencia para discriminar».
Un juez estadounidense suspendió a finales de abril la aplicación de un decreto del presidente Donald Trump que priva de fondos federales a las ciudades santuario, aquellas que se oponen a su decreto antimigratorio y que protegen a sus habitantes indocumentados.
AFP