La agencia de prensa rusa Ria Novosti anunció este miércoles la muerte hace un mes en el este de Ucrania de su fotógrafo Andrei Stenin, denunciada por Moscú como un “asesinato bárbaro”, perpetrado por las fuerzas ucranianas.
“Nuestro colega, el fotógrafo Andrei Stenin, ha fallecido. Ha resultado que no estaba preso (…) Murió hace un mes”, declaró Dmitri Kiselev, director de la agencia.
El periodista, de 33 años, estaba desaparecido desde el 5 de agosto.
“Su vehículo fue blanco de disparos y se incendió en una carretera cerca del (bastión separatista de) Donetsk”, epicentro de los combates entre los insurgentes prorrusos y el ejército ucraniano, dijo Kiselev.
La cadena Rossiya 24 mostró el miércoles imágenes del auto, que parecía haber sido destruido por un incendio.
Se trata de un “asesinato bárbaro” y los primeros elementos de la investigación “muestran que se trata de un acto cometido por las fuerzas ucranianas y miembros de la guardia nacional, que según testigos, controlaban el territorio”, denunció el ministerio ruso de Exteriores.
Moscú exige una “investigación minuciosa y sin prejuicios”, según un comunicado del ministerio.
El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó su pésame a la familia del fotógrafo, indicó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, según la agencia Itar-Tass.
Stenin seguía una columna de vehículos de refugiados, protegida por separatistas, cuando fueron atacados por el ejército ucraniano, cuyos disparos “destruyeron más de diez vehículos de civiles”, según el Comité de Investigación de Rusia, organismo a cargo de las grandes investigaciones.
“El 27 de agosto, los rebeldes entregaron a los investigadores rusos fragmentos de cuerpos hallados en vehículos (…) Los expertos concluyeron que uno de ellos era Andrei Stenin”, indicó el Comité en un comunicado.
“Los responsables (de su muerte) serán llevados ante la justicia”, aseguró.
El fotógrafo estaba basado en Ucrania desde el 13 de mayo trabajando para Ria Novosti, cercana al poder.
Realizó reportajes fotográficos en Kiev y en los bastiones separatistas de Lugansk, Donetsk y Mariupol, según Ria Novosti.
Su desaparición había suscitado una fuerte movilización de la prensa rusa y su retrato, acompañado del eslogan “Liberen a Andrei”, era difundido por casi todas las cadenas rusas de información.
Rusia abrió a mediados de agosto una investigación sobre su desaparición, privilegiando la hipótesis del secuestro por parte de la guardia nacional ucraniana.
“Desgraciadamente, cuando estábamos haciendo todo lo posible y hasta lo imposible para salvarlo, Andrei ya no estaba vivo”, lamentó Kiselev.
Otros tres periodistas rusos perdieron la vida en junio y un fotógrafo italiano y su asistente ruso fueron hallados muertos a fines de mayo en Ucrania.
Vía Globovisión
