Tras haber efectuado menos del 50% de los vuelos programados el lunes, Air France anunció que seis de cada 10 de sus aviones permanecerán en tierra el martes.
“Todavía” no hay una salida a la crisis, reconoció el presidente de Air France, Frederic Gagey, a la radio francesa Europe 1. “Seguimos negociando. Hemos hecho propuestas”, agregó.
Los dirigentes del grupo Air France-KLM se habían reunido la noche del lunes con los sindicatos mayoritarios (SNPL, AF, Alpa), que convocaron esta huelga hasta el 22 de septiembre.
Los sindicatos de pilotos temen que los proyectos de desarrollo de la filial ‘low cost’ de Air France, Transavia, tanto en Francia como en el extranjero, puedan afectar a los empleos en la compañía matriz.
En efecto, las centrales denunciaron que el proyecto de la dirección sobre la compañía de bajo coste es una puerta abierta a “la externalización de los empleos” de los pilotos, y un “dumping social”.
Air France, que considera ese proyecto esencial para el desarrollo del grupo, ya ha propuesto en agosto un plan de jubilaciones voluntarias para 200 de los 3.760 pilotos de la compañia.
La huelga, de durar hasta el 22 de septiembre, sería el paro más largo de los pilotos de Air France desde 1998. La dirección estima que le costará entre 10 y 15 millones de euros por día.
La dirección de la aerolínea propuso reducir la futura flota de Transavia Francia, con el fin de demostrar a los pilotos que esta filial de bajos costos del grupo no reemplazará a Air France.
Gagey dijo que la flota podría limitarse a 30 aviones –en lugar de los 37 inicialmente previstos–, como la de Transavia Holanda, hasta 2019.
El proyecto “no es desde luego reemplazar Air France por Transavia”, aseguró el presidente de Air France. Se trata de “completar las herramientas que dispone Air France para estar presente en un nuevo mercado, el mercado del turismo, al desarrollar Transavia”, insistió.
AFP