Hallan cadáveres de dos cicpc en la Gran Mariscal de Ayacucho

La joven tenía dos tiros en el rostro, mientras que su compañero recibió cuatro impactos de bala entre la cara y la parte posterior de la cabeza

En un paraje de la autopista Gran Mariscal de Ayacucho, a la altura de Kempi, sentido a Guatire  fueron hallados los cuerpos de los detective del Cicpc, Karla Orianni Talavera Rodríguez, de 20 años y de Fermín Obrayan Porras Toro, de 25 años de edad.
Los funcionarios eran novios y estaban adscritos a la Subdelegación  Guarenas del Cicpc. A las 6:00 de la tarde del lunes salieron de sus labores con una compañera a quien le dieron la cola hasta el terminal de Guatire y siguieron en la camioneta Toyota Zamuray negra con amarillo, rumbo a Araira.
Una versión indica que la pareja iba a la casa de Porras, donde vivía con su madre. En otra se indicó que los detectives estaban por la zona viendo una vivienda que querían comprar para mudarse a vivir juntos.
Cuando estaban en el sector fueron sorprendidos por delincuentes que los sometieron para robarlos. Cuando supieron que se trataba de policías, presuntamente los amordazaron y maniataron.
A Fermín Porras le quitaron el arma de reglamento, pero a ella solo sus pertenencias porque estaba recién graduada de la Unes y tenía que dejarla en el despacho. Luego los arrastraron por el sector, los subieron a la camioneta en la que los llevaron hasta la vía donde les dispararon.
La joven tenía dos tiros en el rostro, mientras que su compañero recibió cuatro impactos de bala entre la cara y la parte posterior de la cabeza. Les quitaron todo lo que portaba, hasta sus documentos y luego los dejaron muertos cerca del vehículo.
Moradores y vecinos de la zona escucharon disparos, pero descubrieron los cadáveres a las 8:20 de la noche, hora en la que notificaron a la policía. Con este hecho se elevó a 102 el número de funcionarios asesinados este año en la Gran Caracas.
Nerwin Aponte, primo de la detective Karla Talavera dijo que se maneja una versión según la cual la pareja fue seguida. “Ellos no tenían problemas con nadie pero se sabe que por el solo hecho de vestir ese uniforme ya tienes muchos enemigos”, agregó.
La mujer vivía en la zona 8 del barrio José Félix Ribas en Petare. El detective estaba residenciado en Araira. Ella tenía 9 meses en la subdelegación Guarenas y él cumplía 4 años. Tenían un año y medio de relación. “Ella era el alma de la oficina”, comentó un compañero de Talavera.

AA

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