La ciudad del clima ideal se ha vuelto una cola constante cada vez que llega un producto que está escaso en la cesta básica. Sumando dos horas diarias, aprovechando la hora del almuerzo, suma diez horas semanales, equivalen promedio a dos días de sueldo que se pierden mientras se hacen las colas en los diferentes abastecimientos.
El recorrer la capital mirandina es observar la realidad en cuanto a la escasez que azota al país y los altos costos que no garantizan poder cubrir las necesidades básicas de los tequeños.
“No hay, compro lo que consigo” es la respuesta de muchos residentes de la ciudad al dejar a un lado la marca y comprar el desodorante, champú o pañales que consigan.
Por otra parte, siguen aumentando los precios de los proveedores y sorprendiendo a muchas amas de casa que buscan limitadas los artículos para el hogar.
Muchos comerciantes aseguran que si la situación se arrecia más deberán cerrar el local comercial por no ser rentable.
Para finalizar, instan a las autoridades competentes a cambiar las medidas económicas que se manejan, ponerle mano dura a la corrupción y a los revendedores que le hacen tanto daño a la economía.
Moisés Mercado – [email protected] / @MoisesMercado
