
El estatus de “reina de la música pop” que ostenta Swift quedó demostrado este martes cuando se supo que su último disco, titulado “1989″, vendió cerca de 1,3 millones de copias
En la televisión, en la radio, en las revistas o en las redes sociales… estos días en Estados Unidos no hay manera de evitar toparse con la imagen o la música de la cantante Taylor Swift.
La “Swiftmanía” que está barriendo el país de costa a costa, hizo que en la última edición del programa humorístico Saturday Night Live apareciera un doctor recomendado a los espectadores tomar un medicamento llamado Swiftamine, en caso de que accidentalmente descubrieran que disfrutaban escuchando las canciones de la joven artista.
El estatus de “reina de la música pop” que ostenta Swift quedó demostrado este martes cuando se supo que su último disco, titulado “1989″, vendió cerca de 1,3 millones de copias en EE.UU. en sus primeros siete días en el mercado, la mayor cifra de ventas lograda en ese país por un álbum en una semana desde 2002.
Además, la decisión de la cantante de 24 años de retirar su catálogo de Spotify -en lo que fue interpretado por algunos como una estrategia para aumentar las ventas de su álbum o una forma de protesta por los pocos ingresos que los artistas reciben de los servicios de música en línea- dejó perplejos a muchos en la industria discográfica.
Los expertos señalan que el éxito del último disco de Swift desafió todos los pronósticos, en un momento en el que incluso la compra de canciones a través de internet está cayendo.
Su omnipresencia en los medios se atribuye al dominio que la joven estrella tiene de las redes sociales -respondiendo personalmente a sus fans a través de Twitter y Facebook, y documentando en ellas todos los detalles de su vida personal- y a su dedicación incansable a las tareas de promoción.
Vía BBC Mundo