
En la urbanización El Trigo el ruido que genera el motor de los “caballitos de hierro” le pone los nervios de punta a los vecinos de la calle principal, y no es para menos, en los últimos 8 días los residentes de esta populosa urbanización tequeña han contabilizado no menos de 15 atracos, en promedio, dos diarios.
El modos operandi de los “moto-atracadores” es siempre el mismo: esperan que la víctima se ubique en cualquiera de las paradas de la calle principal, en total hay cerca de ocho, para llegar de sorpresa y arrebatar, tras amenaza de muerte, cartera, celulares y prendas de valor.
En Los Teques, al igual que en la Gran Caracas, según reportes de la policía regional el motorizado es pieza clave en el 80 % de los delitos.
“Muchos pensaran que eso ocurre en la noche, pues no, acá los motorizados hacen de las suyas en la mañana, bien tempranito”, reseña Hilda Rodríguez, vecina de la cuarta transversal de El Trigo.
Y es justo en la parada de esa intercepción donde en la última semana se han reportado el mayor número de atracos. “A veces el motorizado y su acompañante se estacionan y piden que le entreguen rápido las cosas, pero en otras oportunidades pasan a alta velocidad y simplemente le arrancan el bolso o la cartera a la víctima, lo que es peligroso pues tumban a la gente”, detalló.
El horario de atracos va desde las 6:30 hasta las 10:30 de la mañana, lo “increíble” para Rodríguez es que a pesar de denunciar constantemente la irregularidad tanto ante los órganos de seguridad como los medios de comunicación “sigue sin aparecer Polimiranda y Poliguaicaipuro”.
Agrega que no están pidiendo un módulo policial o que le asignen uniformados fijos, pues están claros del deficit de funcionarios de ambos cuerpos, “simplemente pedimos, exigimos, que una patrulla haga el recorrido durante las horas de mayor índice de atraco y que detengan a los motorizados que circulan a esa hora por la urbanización”.
Pero los atracadores que se desplazan en dos ruedas no sólo tienen como centro de operaciones la referida urbanización, los vecinos del sector 23 de Enero, adyacente al cementerio Municipal de Guaicaipuro, reportan la presencia de delincuentes en horarios similares.
“Sus principales víctimas son universitarios y trabajadores que madrugan para ir a estudiar o trabajar”, detalla Abrahan Pinto, quien asegura fue interceptado por un motorizado armado quien lo despojó de su bolso y celular hace un par de semanas.
Pinto se une al clamor de los tequeños que piden a las autoridades municipales ponerle control a los motorizados, “hay municipios donde tienen regulado el horario, donde tienen prohibido circular con parrilleros ect, en esas zonas no se registran este tipo de delitos”, indicó el joven en clara referencia a Carrizal y Los Salias.
A las sombras
Al llegar la noche la situación empeora. Reportan que en la avenida Víctor Baptista, así como en la calle El Liceo, adyacente a la urbanización Simón Bolívar, los moto-atracadores operan en “cambote”.
“Venía manejando cerca de media noche tras dejar a una amiga en la urbanización Simón Bolívar, cuando al tomar la calle principal me encontré de frente con cerca de una docena de motorizados que venían hacia mi”, reseña Carlos Chacón.
“Acelere el carro y logré esquivarlos, tomé la vía hacia El Vigía para luego empalmar con el distribuidor Bicentenario, buscando llegar los antes posible a la sede de Polimiranda, me persiguieron todo ese trayecto”, detalla.
Chacón logró zafarse de los delincuentes, pero la mayoría no corre con la misma suerte. La noche del viernes una mujer que regresaba de su trabajo a las 11:30pm fue rodeada por motorizados en la vía hacia San Pedro de los Altos, fue despojada de su cartera, celular y el carro.
“Hablan de cuadrantes, viven diciendo por televisión que son exitosos, pero uno, el ciudadano común, sigue viviendo la zozobra que generan estos delincuentes que ahora con la ayuda de motos logran escapar rápidamente tras robar, atracar, violar y hasta matar”, puntualizó Chacón.
Daniel Murolo – [email protected] / @dmurolo