
Los trabajadores del mercado a cielo abierto ubicado en el sector La Rosaleda Sur tienen 30 años laborando en el lugar y durante todo este tiempo han soportado la irregularidad del terreno donde se encuentran porque la titularidad es de un organismo gubernamental.
La alcaldía les otorga los permisos necesarios para que hagan vida comercial en el espacio que se encuentra en desuso por parte del Gobierno. El presidente de la junta del mercado, Gustavo Castellano, asegura que representantes del Ejecutivo han querido tomar el área para otro fin como la Misión Vivienda, aunque considera que es ilógico hacer casas en ese lugar donde el terreno no es apto.
“Hemos tenido ya varias intentos de desalojo por parte de los organismos gubernamentales, los consejos comunales y vecinos han salido a prohibir la toma por la falla que tiene”, dijo.
Por otra parte asegura que no es la primera vez que pasa y piensa que no será la última. Asegura que el terreno tiene una falla y por eso no pueden hacer complejos habitacionales en esa zona. Además pidió que el organismo encargado otorgue los permisos para que se logre un mercado a cielo abiertoen mejores condiciones para los comerciantes.
“Tenemos más de 30 años aquí comercializando, los vecinos se ven beneficiados por la facilidad de encontrar los productos “a la vuelta de la esquina” y a precios accesibles”, afirmó.
La venta de los comerciantes
El vocero de los trabajadores indica que trabajan cinco días a la semana, dijo que recibieron los permisos necesarios por parte de la alcaldía. Trabajan cinco días a la semana y libran dos como indica la Ley Orgánica de los Trabajadores y Trabajadoras.
“Laboramos martes, jueves, viernes, sábado y domingo, tenemos libres los lunes y miércoles. Aquí pueden conseguir verduras, hortalizas, comida hecha, ropa, artesanía, una quincalla variada y venta de carne entre otras cosas”, dijo.
Los precios que toman de referencia para la venta son los de supermercados, sin embargo, se venden a costos menores porque los proveedores que tienen son los de los mercados populares de Quinta Crespo y Coche.
“Los comerciantes de este espacio en su mayoría son población saliense y el resto pertenece a los municipios Carrizal y Guaicaipuro (20 %)“, aseguró el vocero.
Por otra parte indicó que muchos de los productos que tienen para la venta en la parte artesanal son hechos por ellos mismos.
Sin convenios con los mataderos
Para la fecha, otra problemática que tienen los vendedores es la falta de convenios con el matadero Cacique Guaicaipuro que expende carne a bajo costos para que lleguen a precios solidarios a los compradores.
“Aquí no ha llegado nada regulado porque cuando intentan hacer contacto no han logrado traspasar las barreras. En estos días llegó el pollo, debería estar a precio regulado y se vendió más costoso porque el proveedor consiguió a un precio y cuando llega al público resulta carísimo”, dijo Castellano.
Pidió que las autoridades encargadas metan la lupa en la venta de carne roja y blanca para facilitar que el proveedor tenga variedad de precios para los consumidores.
La insalubridad no los pela
A pesar de que estos trabajadores tienen a la cercanía sus hogares, no les resulta ir y venir por la cantidad de clientes que pueden perder por ir al baño. Aseguran que tienen un grave problema de insalubridad por no poseer un espacio dispuesto para el baño.
“Los hombres no tienen problemas porque detrás de cualquier espacio pueden ir, sin embargo, las damas estamos a expensas de una infección cuando esperamos mucho tiempo o debemos ir detrás de cualquier matorral”, dijo Marlene Zapata, vendedora del mercado.
Asegura que solo tienen acceso a baño los martes, jueves y viernes en la Casa de la Cultura que hace el favor de prestarles el sanitario.
La cantidad de clientes atendidos
El presidente del mercado dijo que los clientes atendidos llega a 13 mil personas solo en La Rosaleda Sur, además de visitantes de otros municipios y otros lugares de Los Salias.
Por otra parte, aseguran que la presencia policial es insuficiente, al igual que las líneas de autobuses. Relatan que han visto en el transcurso de día hurtos, atracos a mano armada e ingesta de sustancias estupefacientes.
“Aquí se ven muchas cosas pero las personas lo callan por temor a las agresiones futuras. En estos días observé cuando estaban robando a una vecina desde una moto. Tuve que esconderme y los policías no se enteraron porque estaban haciendo recorrido en otros lados”, aseguró.
Para finalizar, indicó que debería haber más presencia policial y pidió más rutas de autobuses para aquellas personas que no tienen vehículo particular.
Moisés Mercado – [email protected] / @MoisesMercado