
“Las personas dicen que somos enfermos y que la sociedad debe descartarnos, que no tenemos remedio; por el contrario, todos los que estamos aquí lo hacemos porque queremos cambiar, rehabilitarnos, reintegrarnos a la sociedad”, sentencia uno de los 14 hombres que conforman el centro de rehabilitación Majarai.
Ubicada en la carretera vieja Caracas – Los Teques, esta institución funciona desde hace más de 4 años con recursos que producen sus integrantes, hombres con edades entre 23 y 40 años que buscan superar adicciones al alcohol y drogas.
“Yo voy a cumplir 6 meses en este lugar y no he consumido más drogas ni alcohol en todo ese tiempo, me estoy rehabilitando al igual que mis compañeros”, sentencia el hombre, quien en nombre de sus compañeros de rehabilitación pide tanto a empresas privadas como a la Gobernación de Miranda y la Alcaldía de Guaicaipuro ayuda, “estamos necesitados”.
Desde los alimentos que consumen diariamente hasta la ropa y artículos de higiene personal son comprados con recursos propios. “No tenemos ningún tipo de ayuda ni de la alcaldía de ni la gobernación, todo lo que hemos logrado aquí ha sido gracias a nuestro esfuerzo”, agrega tras resaltar la labor de Gregorio Yépez, director del centro, quien “nos ha tendido la mano”.
Con la venta de golfeados y otros productos logran cubrir los gastos de la comida diaria. Aseguran que pese a que han pedido ayuda a grandes cadenas de supermercados, así como a empresas privadas, nunca han creído en ellos; “ni siquiera un kilo de harina PAN nos han dado”.
El centro cuenta con un terreno de varias hectáreas en donde actualmente intentan construir un panadería, “estamos levantando a duras penas el local y tenemos en proyecto una arepera; trabajamos vendiendo golfeados, recursos con los que mantenemos la institución”.
La construcción de la panadería está parada por falta de cemento, láminas de zinc, vigas, y sobre todo falta de recursos; “la comunidad se verá beneficiada con este local una vez que comience a funcionar, pues no solamente vamos a trabajar nosotros –hombres en rehabilitación- sino que se emplearán personas de la comunidad, vecinos de la carretera vieja”.
Hasta ahora la estructura la han logrado con la ganancia que han ahorrado de las ventas que hacen en la calle, “la intención es asegurarle un futuro a cada uno de mis compañeros; la misión es rehabilitarnos y salir de acá con un futuro, guardar un poco de dinero; abrir una cuenta para que el día que salgamos de acá no estemos limpios como dicen”.
Narraron que hace pocas semanas asistieron a un evento en el que estaría el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski; “él llegó un poco tarde y no pudimos conversar, le dejamos una carta pidiendo nos ayude con material de construcción y aún esperamos ayuda, tenemos terreno para que la gente que se rehabilite pueda construir y tener su familia acá, vivir aquí y trabajar en la panadería”.
Aclaró en nombre de sus compañeros que no piden dinero a nadie, “solicitamos que nos ayuden con materiales; nosotros no tenemos recursos, cómo va a tener recursos una persona que viene de la calle, que vivía debajo de un puente”.gf
Punto de encuentro
El centro de rehabilitación cuenta con una piscina que necesita ser reparada, piden ayuda para que pueda entrar nuevamente en funcionamiento y ser usada tanto por quienes están en proceso de recuperación como por los vecinos de la zona.
“igualmente tenemos una cancha de bolas criollas que no hemos podido culminar, más abajo estamos construyendo una cancha de básquet; estamos pidiendo los balones, tableros, aros”, narró.
En general, solicitan a particulares e instituciones públicas y privadas donativos de equipos deportivos y material de construcción para culminar los proyectos actualmente paralizados y dar inicio a los que tienen en mente.
Daniel Murolo – [email protected] / @dmurolo