Los habitantes de Los Altos Mirandinos aseguran que el reciente ajuste salarial de 15% realizado por el ejecutivo nacional, y que se empezara a cobrar a partir del primero de febrero, no alcanza para cubrir las necesidades básicas de los ciudadanos, pues destacan que apartando los artículos de limpieza, aseo personas y pagos de servicios públicos, necesitan al menos 7 mil bolívares para adquirir los alimentos de la canasta alimentaria.
Según lo expuesto recientemente por el gobierno nacional, el sueldo básico se ubicaría en 5.634,47 bolívares para obreros y funcionarios públicos. Sin embargo, la mayoría de los encuestados indicaron que es insuficiente, debido a que la mayoría de los alimentos no se encuentran a precios regulados.
Randy Acevedo, comentó “comprando un pollo, dos kilos de carne y apartando el pasaje del mes se te va el salario completico, eso sin contar que uno se las debe ingeniar para comprar artículos de aseo personal, limpieza y pagar los servicios públicos (…) creo que el gobierno no ha considerado las tazas de inflación y los pocos niveles de producción, aquí no hay nada, es desesperante la situación que estamos viviendo”.
En este sentido, Omar Rivas manifestó “si para uno comprar alimentos y uno que otro artículo para la casa gasta hasta siete mil bolívares quincenales, imagínate ahora que aumentaron aparentemente el salario mínimo (…) todo aumento, trae consigo más inflación, pero la gente parece no entender eso, así aumenten el salario a 10 mil, se seguirá quedando corto, porque al aumentar el sueldo aumentan todo y quedamos en las mismas”.
Por su parte, Andrés Royer expresó “el salario mínimo sigue sin ajustarse a la realidad de los venezolanos, en la calle se debe pagar hasta el triple del costo de los alimentos, y no es porque a uno le provoque es porque sencillamente no se consiguen, no hay producción de nada y lo poco que hay te lo venden excesivamente caro, ahora al que le guste hacer colas todos los días y a toda hora me imagino que si les parecerá excelente el aumento, pero eso no es calidad de vida para nadie, es ignorancia social”.
Ronald Padrón
