La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, abandonó la silla de ruedas y desfiló este miércoles con una bota ortopédica junto a su homólogo chino, Xi Jinping, en la ceremonia de bienvenida en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín.
“Cuando me dijeron que tal vez no podría viajar producto de este percance que había tenido en mi salud, yo les aseguré que de cualquier manera iba a venir a China porque no iba a interponerme una cuestión de salud a mi deseo realmente de estar aquí”, señaló Fernández a Xi tras la ceremonia, al dar inicio la reunión bilateral.
No obstante, Fernández subrayó que su visita a China es “un gran esfuerzo personal”, aunque “las cosas que cuestan esfuerzo personal y colectivo suelen ser siempre más fructíferas”.
La mandataria informó el sábado en un tuit que al iniciar su visita esta semana a China podría dejar la silla de ruedas en la que debe desplazarse desde finales de diciembre por una fractura en el tobillo izquierdo, que le impedía caminar.
Xi Jinping recibió hoy a la mandataria argentina en el Gran Palacio del Pueblo, la sede del legislativo de la potencia asiática, donde tuvo lugar la protocolaria ceremonia de bienvenida en la que ambos escucharon los himnos de sus países en un podio.
Vía EFE