El caricaturista, humorista y escritor Pedro León Zapata, de 85 años de edad, falleció este viernes en horas de la madrugada, confirmó el presidente-editor del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero. Trascendió que la causa de muerte habría sido un paro respiratorio.
Las exequias de Zapata, una de las figuras más relevantes del periodismo gráfico en Venezuela, se realizarán en la funeraria Vallés, Caracas.
Trazos sobre la vida de Zapata
Pedro León Zapata nació en La Grita, estado Táchira, el 27 de febrero de 1929. Fue un hijo de un militar, el coronel León José Zapata, y de María de Lourdes Monroy.
Completó sus estudios de bachillerato en el Liceo San José de Los Teques (Miranda), en 1943 incursionó en la Escuela de Artes Plásticas y en 1947 funda el Taller La Barraca de Maripérez, donde expone sus primero trabajos.
Su nombre comenzó a sonar en los círculos periodísticos venezolanos a raíz de la publicación de sus primeras caricaturas en la revista Fantoches, dirigida por el gran poeta y ensayista Aquiles Nazoa.
En 1947 Zapata viajó a México, donde aprendió técnicas muralistas y estudió en el Instituto Politécnico Nacional de ese país.

En 1958, el caricaturista regresó a Caracas y empezó a trabajar como profesor de dibujo de la Facultad de Arquitectura de la UCV. Posteriormente en 1959 colabora como caricaturista en el periódico Dominguito y en El Nacional en 1965, para cuya publicación se hacía todos los domingos de manera ininterrumpida con sus elocuentes “Zapatazos”.
En 1967, ganó el Premio Nacional de Periodismo y años después también se hizo acreedor de dos premios municipales. También obtuvo el Premio de Artes Plásticas en el año 1980.
Zapata fue un reconocido humorista, por lo que fundó la Cátedra Libre de Humorismo Aquiles Nazoa y dirigió la revista El Sádico Ilustrado, junto con Simón Díaz, Salvador Garmendia, Luis Britto García y Elisa Lerner.
“Coromotico”
Zapata, ya respetado y aplaudido como uno de los grandes caricaturistas de su época, convirtió en un personaje popular a una de sus más celebradas creaciones, el carismático Coromotico, un astuto y desconfiado representante de las capas más bajas de la sociedad venezolana.
Coromotico, protagonista de numerosos comentarios gráficos salidos de la plumilla de Zapata, se identifica con el pueblo pobre por su delgadez hambrienta y los harapos que apenas bastan para cubrirla, pero también por el inteligente recelo con que pone en solfa las promesas y declaraciones de los poderosos.
Vía Globovisión